Mariano Rodríguez Barutell, el tristemente célebre Nanín, no apagó ayer su móvil pese a tener a media España tras sus desprestigiados pies. Propio de su personalidad adolescente y osada. Un chaval de 25 años extrovertido, relaciones públicas en funciones para la directiva de Calderón y uno de los killers encargados por el presidente para que la manipulada Asamblea del 7 de diciembre no se les escapara de las manos.
AS pudo conversar ayer quince minutos con él para saber cuál era su defensa, si la tenía, ante los gravísimos hechos acaecidos ese día de autos. Lo explicó sin reparos, pero dejando un matiz: "No publiquéis nada porque tengo un familiar que trabaja en un grupo mediático y quiero utilizarlo para hacer un comunicado definitivo que sirva para todos". Petición respetada. Para más inri, De la Morena informó ayer que Nanín presumió de haber vendido una entrevista suya a un medio de comunicación
No obstante, Nanín ha conversado con tantos amigos comunes en estas convulsas 48 horas que ya no es secreto para nadie lo que hizo el 7-D. En su misión por "controlar la Asamblea", se extralimitó hasta el punto de llamar a ocho amiguetes suyos de toda la vida, con los que se ha dejado ver a menudo en los locales de copas de la ciudad, pidiéndoles que acudiesen a la Asamblea del IFEMA pese a no ser compromisarios y, en algunos casos, ni socios del Madrid. Eso sí, había uno del Atleti...
Curiosamente, los ocho amiguetes son familiares o amigos directos de compromisarios de verdad, lo que le permitió excusarse el día de su dimisión con esta explicación: "Ramón, lo he hecho para ayudarte y lo sabes. Como eran carnets de gente que también te iba a votar a ti les dije que fueran en nombre de todos ellos porque ocho votos más ayudarían en caso de una votación reñida". Acto seguido, Nanín dimitió renunciando a cualquier cantidad de dinero "porque me voy. No estoy aquí para hacer negocio".
Nanín ha querido aclarar a todos los que han hablado con él que jamás "coló" a nadie. Su explicación, algo peregrina, tiene su aquel. Considera que sus ocho amiguetes fueron a la Asamblea con las acreditaciones oficiales de gente de su entorno familiar o de amistad y que contaban con la autorización de todos ellos, algo así como si fuera un "voto delegado". Además, sostiene que no coló a nadie por ninguna puerta porque ellos entraron en el recinto con dichas acreditaciones. Quizás olvida Nanín el matiz importante de que a los compromisarios de verdad también les pidieron el DNI. ¿Por qué no a sus amiguetes?
Todos juntos. Según algunas versiones, Nanín pasó la noche anterior con sus 'colados' en varias discotecas de la capital. Con pocas horas de descanso acudieron al IFEMA (9:30 de la mañana) y accedieron a la zona de compromisarios sin problema. Lo extraño es que estuvieran colocados tan cerca unos de otros. Nanín lo justifica ante los suyos: "Como tenían que hacer bulto, para que se vieran más cartulinas blancas, les dije que si estaban cerca, mejor".
Nanín mantenía ayer en vilo a más de un directivo, a excepción del dimitido Luis Bárcena. Le queda un consuelo tras verse en la calle y en los papeles por "manipulador de Asambleas". Se ha librado del montón de entradas para el Liverpool que le habían pedido...
