Las apariciones públicas de Del Nido siempre dejan rastro. Una vez más, no defraudó a los aficionados. Los que rodean al presidente en su aventura califican su valentía como el punto clave que ha permitido la espectacular proyección del club y del equipo. Monchi insiste en su confianza y en el hecho de que le autorice decisiones arriesgadas. Siempre quiere más y más y más. A través de sus discursos, traslada la ilusión a los aficionados.

El tradicional almuerzo veraniego con la prensa ha acogido algunas de sus frases históricas. Una vez, Del Nido dijo que Rivaldo le limpiaría las botas a Reyes y, años después, también aprovechó ese día para anunciar que por el dinero que daban Madrid y Barcelona por Alves les mandaría las botas de los cordones del lateral. Ayer volvió a deslizar el sueño que no le deja dormir: ganar la Liga.

Primero mostró su satisfacción por la tranquilidad que hay en el equipo: "Todo transcurre según lo previsto, sin incidencia. Los técnicos trabajan a plena satisfacción de cara a una temporada dura e ilusionante". Y se comprometió a luchar por todo: "Tenemos la misma ilusión que en años precedentes, pero con una pizca más de intención de conseguir éxitos deportivos que la campaña pasada por las incidencias sobrenaturales que se produjeron. Afrontamos la temporada con más pegada que nunca, como dice nuestro lema, y con el convencimiento que cumpliremos los ambiciosos objetivos que este año nuevamente el Sevilla se ha marcado". Promesa de Del Nido. La Liga está grabada en su mente.