José Manuel Pinto Colorado llegó al Barcelona precedido de buenos informes, tanto en lo profesional como en lo humano. De lo primero dio muestras nada más acabada su presentación: se vistió de faena y se entrenó en solitario, acaso para sacudirse la tensión de haber fichado, por fin, por un grande. De lo segundo tendrán que opinar sus compañeros, y en particular Víctor Valdés, de quien será guardaespaldas en la portería desde hoy.

Pinto llega del Celta, cedido hasta el 30 de junio, a cambio de medio millón de euros y con una opción de compra que, en caso de querer hacerla efectiva, la directiva del Barça deberá comunicar antes del 31 de mayo.

Tras superar con éxito la revisión médica y las pruebas físicas, Pinto, de 32 años, aceptó públicamente su condición de suplente: "Por supuesto. Vengo para ayudar, pero no descarto que mi trabajo pueda dar sus frutos. Soy un gran trabajador y, por supuesto, vengo con la ilusión de trabajar e intentar devolver la confianza que han puesto en mí. En su día llegué al Celta cedido, y he estado nueve años y medio".

"Vengo con unas ganas terribles de aportar mi granito de arena al equipo, y con muchísimo compromiso. Espero aportar bastante al grupo y a ver si podemos conseguir algún título", continuó Pinto. El andaluz suma 126 partidos de Liga, cinco de Champions League y 18 de Copa UEFA. Logró el trofeo Zamora la temporada 2005-06.

Convocado. Frank Rijkaard, Txiki Begiristain y Joan Laporta flanquearon a Pinto en su presentación. El entrenador dijo que es "muy probable" que el portero entre en la convocatoria para el partido de mañana, al que Pinto llegaría con apenas una sesión preparatoria para conocer a sus nuevos compañeros.

Según Rijkaard, Pinto "también está aquí para jugar, no sólo para entrenarse", y no descartó que el portero pueda debutar en los cuartos de final de la Copa del Rey, frente al Villarreal. "Estoy contento con su fichaje, porque es un portero con experiencia, que puede ser importante en el vestuario y que viene para ayudar", concluyó el entrenador.