El Real Madrid terminó su gira mundial con una cómoda victoria (0-3) cimentada en los goles de Zidane y Ronaldo en la primera mitad, contra un rival que se estrelló siempre en el guardameta Diego López, el mejor del conjunto blanco.

Los madridistas, con ganas de regresar a España, solventaron por la vía rápida la débil resistencia tailandesa, que por momentos dio la sensación de acobardarse ante tanta estrella madridista. A los seis minutos, Zidane inauguró el marcador de penalti cometido a Owen, en la única intervención del inglés en los 45 minutos que estuvo sobre el terreno de juego.

El gol del Real Madrid calmó los ánimos e hizo que tuviera el control del balón, con Zidane realizando jugadas que hicieron vibrar a los espectadores y Raúl dando asistencias a Ronaldo. En una de estas, el capitán blanco elevó el balón por encima de la defensa local y el brasileño en carrera fusiló a Kosin, que nada pudo hacer por evitar el 0-2 a los 22 minutos.

Vanderlei Luxemburgo decidió en este encuentro dar descanso a varios de sus titulares y de eso se beneficiaron entre otros Diego López y Arbeloa. El guardameta paró todo lo que tiró el conjunto tailandés y dio la sensación de que la portería madridista estará bien cubierta con él y con Iker Casillas. Mientras, Arbeloa rayó a gran altura como siempre ha hecho en el equipo merengue.

En la segunda mitad, y con equipo casi completamente distinto (siete cambios al descanso), el equipo español se dejó ir pensando más en el largo vuelo rumbo a Madrid y en los días de vacaciones de los que dispondrán antes de viajar a Austria para seguir con la pretemporada. El gol de Rubén de la Red tras una gran jugada de Soldado a tres minutos del final cerró el marcador.