No será una semana cualquiera para el gran capitán. Raúl González Blanco (27 años, 3 meses y 28 días) alcanzará el próximo viernes un registro asombroso para un chaval de su edad. En este 29 de octubre se cumplirán diez años de su debut con el primer equipo del Real Madrid. La década prodigiosa. Hasta los niños saben ya de memoria que todo aconteció en La Romareda, que el Zaragoza ganó 3-2 y que el canterano de oro cuajó una gran actuación a pesar de no marcar. Desde aquel 29 de octubre de 1994 ha llovido lo justo para que Raúl se haya convertido en el emblema de este club, recogiendo el testigo de otros sietes ilustres como Amancio, Juanito y Butragueño. Nadie discute las prestaciones de este jugador total, que ha superado la barrera de los 500 partidos oficiales en el Madrid con un balance realizador (lleva 240) de casi medio gol por encuentro.
Raúl ha logrado consolidarse a estas alturas de la temporada al convertirse en el referente táctico más importante para el revolucionario proyecto de García Remón. La entrada de Owen junto a Ronaldo en la delantera le ha transformado en una especie de hombre-orquesta, dado que el entrenador madrileño lo ubica vencido a la banda izquierda, pero durante los partidos permuta con Figo en la derecha, baja al centro del campo cuando Zidane se incorpora al ataque y hasta le vimos con el Valencia tapando el carril zurdo para echar una mano en defensa tras la enésima subida de Roberto Carlos. En el vestuario bromean con él: Rulo, sólo te falta jugar de Casillas....
Hasta 2010.
Jorge Valdano, que fue el padre deportivo del capitán madridista al apostar por él cuando entrenaba a los blancos hace diez años, ya dejó claro en AS el futuro que le esperaba a su joya: Raúl no debería irse nunca del Real Madrid. Es más, debería llamarse Raúl Siempre Blanco. El ex director deportivo vio cumplido su deseo cuando hace un año cerró junto a Florentino la renovación de la joya de la cantera madridista hasta el 30 de junio de 2010. Para entonces, este futbolista-duracell tendrá 33 años recién cumplidos. Muchos dudan de si aguantará su cuerpo, pero él lo tiene muy claro: Quiero acabar aquí mi carrera y seguir disfrutando del fútbol. Así sea.
