Inglaterra es una moneda al aire. Roy Hodgson se ha dejado guiar por la petición popular e interna de dar paso a la nueva generación de futbolistas ingleses que tanto excita a la audiencia y la crítica. Gary Neville, por ejemplo, siempre ha defendido que en la selección hay que ser valiente. Pero no se sabe bien cómo se puede juntar a Alli, Sterling, Walker, Rose, Dier... Al no haberse producido el proceso habitual que creen los automatismos y las relaciones, la esperanza es que las cosas no se tuerzan y se encuentre al equipo ideal por el camino.
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Los de Hodgson fueron los únicos jugadores que se clasificaron con un cien por cien de victorias, pero el técnico tendrá incluso titulares que no han jugado un solo partido entero oficial con los pross. El seleccionador se ha traído a Francia cinco delanteros, tres centrales y un solo mediocentro defensivo, y el último amistoso ante Portugal dejó muchas dudas pese a la victoria porque no se ve una idea clara de equipo. Rooney, del que no se sabe dónde va a jugar, volvió a animar al personal y a tranquilizar a los seguidores: “Sentimos la excitación del país” (sigue el partido en directo con AS.com).
El seleccionador ruso, Leonid Slutsky, consciente de las dudas de Inglaterra, quiso añadir presión al rival y concretamente al delantero del United con un calculado “ya no es lo que era”. Rusia perdió ante Francia y la República Checa y empató ante Serbia en los amistosos previos a la Eurocopa. Debido a lesiones de jugadores claves, se probaron varios onces y varias estrategias sin conclusiones claras.
