Xabi Alonso: "Nuestra gente es humilde. Merece el título"

Liga de Campeones | Milan-Liverpool

Xabi Alonso: "Nuestra gente es humilde. Merece el título"

Xabi Alonso: "Nuestra gente es humilde. Merece el título"

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Xabi Alonso (Tolosa, 1981) vive con pasión la cuenta atrás hacia la gran final europea: es el gran día de su vida. Ha encontrado en Liverpool un club grande que de verdad huele a fútbol. Un vestuario donde Gerrard y Carragher, cuando se calzan las botas, le cuentan a Xabi: "¡Qué buenos son Sergio Ramos y Jesús Navas!". Es otro mundo. De gente auténtica, futbolera.

Xabi Alonso narra todo el romanticismo que rodea a Anfield. El pequeño tamaño de su vestuario, incluso la dimensión enjuta de la puerta de acceso a la caseta local. Nada está expuesto al azar. Todo en el Liverpool tiene sus códigos. Algunos días, a modo de última voluntad, incluso se esparcen las cenizas de hinchas del equipo por el césped. Por toda esa gente de perfil humilde, que se ha gastado todos los ahorros del año en viajar a Estambul, el Liverpool, dice Xabi, no puede defraudar ante el Milán. Si ganan, el Liverpool sumaría su quinta Copa de Europa. Todo un reto.

Apunta su compañero Jamie Carragher que el Chelsea podrá comprar jugadores, entrenadores, pero nunca tendrá dinero para adquirir una afición como la del Liverpool. ¿Qué piensa Xabi?

Que el día que eliminamos al Chelsea en Anfield fue espectacular. Fue una pasada. El ambiente, su entrega, ellos también juegan. Te ponen los sentimientos a flor de piel.

Su padre, Periko Alonso, estuvo ese día en la grada. Le recordó quizás a su padre, los viejos tiempos del mítico Atocha, con la grada pegada a los futbolistas...

Por supuesto. Me lo contó mi padre el otro día. Con los estadios grandes, no siente el futbolista el aliento tan cercano. Jugar en Anfield es una gozada. Él me contaba que ese ambiente le recordaba sus tiempos de Atocha, sí.

Me llama la atención cuando usted desplaza el balón 40 metros y la gente le brinda un ¡oh! de admiración. ¿Lo escucha?

Algunas veces sí. La verdad es que la gente es muy agradecida. Lo que haces bien en el campo, todo, tiene su recompensa. Con un aplauso o con un ¡oh!. Me gusta que la gente me diga 'gracias por venir, muchas gracias por ser de los nuestros'. El reconocimiento que te ofrecen en la calles, eso es algo impagable.

¿Nota usted que el público del Liverpool es humilde, de clase obrera?

Sí. Sobre todo los días cuando no hay partido en Anfield. Si te das una vuelta por el entorno del estadio un día sin fútbol, sin público alrededor con las calles vacías, se ve que la gente de la zona es menos pudiente, que cuenta con menos recursos. Es una gente fantástica, que te anima, que te lo da todo. Se gastan sus ahorros en ver a su equipo. Cada vez que jugamos fuera de casa, en la grada siempre hay como mínimo 3.000 hinchas del Liverpool. Es gente modélica. Merecen el título.

¿Se ha interesado por el perfil social de esa gente?

El poso de la década de los 80 aún se resiente. Es una ciudad donde quebraron sus astilleros, donde hubo mucho desempleo. La gente se identifica con el fútbol, con su equipo, es su gran ilusión. Saber esa parte de la historia, te da un plus de motivación para dedicarles la final.

Sinceramente, ¿le gusta más el fútbol desde que vive en Liverpool?

Lo que sí reconozco es que veo mucho más fútbol que cuando vivía en España. Me gusta mucho este deporte.

En la Liga española, sabe que este año se ha detectado ya un bajón de aficionados a los estadios...

En Inglaterra todos los campos están llenos. Ésa sí que es la gran diferencia que nota uno nada más llegar. Da igual quién juegue. Todo está lleno. Incluso los sonidos son diferentes. Hay silencios increíbles. En España puede haber silencios de pasotismo. En Anfield se distinguen hasta los silencios de ansiedad, señal por ejemplo de que la gente está siguiendo con interés inusitado el partido.

Dígame el aspecto más curioso que ilustre la singularidad del vestuario del Liverpool...

De entrada, el vestuario nuestro, el del equipo local, en Anfield, es mucho más pequeño que el del visitante. Es un signo de humildad. El mejor, el más cómodo, para el otro. Así, además el equipo nuestro está más junto, más unido. Son actitudes simbólicas. Como el tamaño del marco de la puerta de acceso a nuestra caseta.

¿El tamaño?

Sí, también es muy pequeña.

¿Y eso?

Seguramente es para que al pasar por debajo de ella, uno se sienta más grande. El futbolista se ve y se siente más poderoso.

Hasta dónde llega la pasión de la gente por el Liverpool?

Un día iba a entrenar y me encontré con un funeral en el césped. Pregunté qué pasaba. Me dijeron que se iban a esparcir las cenizas de un hincha por la hierba. El Liverpool era su vida. Uno se queda de piedra.

Rafa Benítez dijo de usted que es el nuevo Dalglish. Eso es un halago...

Eso son palabras mayores. Lo agradezco. Porque es mi primer año, he ido de menos a más, he sufrido una lesión importante, ha sido un año de adaptación y no me puedo quejar. He llegado a una final de la Liga de Campeones, una oportunidad fantástica para mí y para mi equipo. Nuestra gente espera con impaciencia este momento.

¿Qué se dice en ese mítico 'boot room', el famoso cuarto de las botas?

Es un escenario impactante para todo el club. Allí se reúne la gente del material, hora y media antes del partido se toman un té, entrenadores, los empleados, los jugadores pueden hablar del partido. Es un rito, una tradición.

¿Cuántas veces ha soñado que mañana pudiera estar en el campo Fernando Morientes?

Me da mucha rabia que no esté mañana con nosotros. No puede jugar. Es una pena. Su experiencia, su fútbol, su calidad, le echaremos de menos. Llegó en plena temporada, está en proceso de adaptación. Es el primer medio año que pasa con nosotros. Gente como Gerrard agradece que esté en el Liverpool. Gerrard sabe que tipos como Morientes son los que dan el salto de calidad al Liverpool.

Se habló y mucho del Real Madrid. ¿No se arrepiente nada de fichar por el Liverpool?

Estoy encantado. Los resultados me acompañan. Es obvio, mejor imposible. En el plano colectivo, todo bien, y en el individual con la opción de entrar en la historia si ganamos mañana al Milán. En Anfield he encontrado lo que quería cuando salí de San Sebastián. Un país, además, que me ofrece buenas perspectivas a nivel humano y académico.

Este año, Frank Lampard, el mejor jugador del año, curiosamente fue quien le lesionó. Siempre ha tenido palabras de loa hacia usted. ¿Le guarda rencor?

No. Nunca me enfadé con él por aquella entrada. Son cosas que pasan a los que están en el campo. Yo también puedo lesionar a un rival sin mala intención.

¿Qué le ha llamado la atención de esta Liga de Campeones?

Buenos equipos. Todo muy ajustado. A nosotros, si Gudjohnsen acierta con el último balón, nos manda fuera el Chelsea. Me ha gustado el PSV, un grupo joven, con hambre, con ganas de triunfar. Jugadores como Lee, Park, los dos coreanos notables, con Farfán, con Van Bommel, son futbolistas que al no tener presión, al no contar con el cartel de favoritos, explotan y sacan todo lo que llevan dentro.

Mañana se va a encontrar con Gattuso enfrente. ¿Cómo cree que va a jugar el Milán?

A Gattuso lo conocemos todos. Contra Italia ya jugué en contra de él. Depende de la alineación, hemos visto varios tipos de Milán este año, aunque me imagino que lógicamente mañana jugarán con dos arriba. Con Shevchenko seguro, y con Crespo. Seedorf se meterá para adentro, Gattuso le ayudará a Pirlo, Kaká, con libertad a la derecha. Un Milán muy sólido, en suma. Si no les dejamos que maten el partido, les podemos dar guerra.

Rafa Benítez es todo un personaje. Se lo ha ganado. Dígame las claves del 'método Benítez'...

En primer lugar ejerce de manager, tiene mucho trabajo. Está encima de todo. Cuantos más mimbres tenga, mejor. Es un hombre metódico, le gusta trabajar mucho en equipo. Cambia todas las semanas, sorprende, es un gran psicólogo. Combina todos los argumentos que debe reunir un entrenador. Y eso que debe expresarse en inglés. El nos insiste en que debemos hablar en inglés. Cuanto mejor dominemos el idioma, mejor.

Históricamente el jugador inglés no se ha preocupado nunca de lo que pasaba fuera de las Islas. Esto parece que ha cambiado con la llegada de tanto jugador español a la Premier. Por curiosidad, ¿algún compañero suyo ve la Liga española?

Sí, hablamos de la Liga, claro que sí. A Gerrard y a Carragher les gusta saber cosas del fútbol español, del Real Madrid, de sus jugadores, hablamos del Betis, del Sevilla. Y de los chavales jóvenes que salen. El otro día, por ejemplo, Gerrard y Carragher me preguntaron por Sergio Ramos y por Jesús Navas.