Vanderlei Luxemburgo leyó ayer la cartilla a los jugadores del Real Madrid. Tras la eliminación de Copa del Rey ante el Valladolid, la pésima imagen del equipo blanco y las desafortunadas declaraciones de Roberto Carlos, el técnico brasileño mostró a sus futbolistas el carácter de sargento de hierro que traía asociado desde tierras brasileñas. No fue tanto por el tono de voz ni las maneras utilizadas, como por los contenidos de los mensajes que quiso transmitir a un equipo que defraudó al madridismo el pasado miércoles.
Antes del entrenamiento, entre las 11:05 y las 11:11 horas, Luxe mantuvo una charla con sus jugadores en la que se le vio gesticular continuamente. Sólo habló él. No hubo respuesta por parte de ninguno de sus futbolistas.
Según ha podido saber AS, el brasileño comenzó su exposición dejando claro que él "quería ganar la Copa y esto no puede pasar. No hemos dado buena imagen en la Copa y el Real Madrid no puede ser eliminado de una competición de la manera en la que fue eliminado el miércoles. Esto no puede pasar ante un Segunda División. Habló de "ilusión, de ganas y de la obligación de dar todo en cada partido". Del mismo modo se refirió a Roberto Carlos y a sus declaraciones, criticando la actitud de los jugadores que disponen de pocos minutos en este Madrid Galáctico. Luxemburgo afirmó que "Roberto Carlos se ha equivocado porque los compañeros no pueden criticarse entre sí. Si se pierde, perdemos todos". Al hilo de esto afirmó que si en algún momento "hay algún problema, se debe resolver dentro del vestuario y no a través de los medios de comunicación". Roberto Carlos no dijo nada en esta fase de la charla, aunque sí se disculpó en el vestuario con algunos de sus compañeros, que recriminaron lo dicho tras el partido copero.
Tras esto, Luxemburgo afirmó que el Real Madrid debía conseguir todos los títulos en juego y que ahora más que nunca había que "ganar la Liga y la Champions". Por último dijo que el equipo "debe estar más unido" y que es el momento "de darlo todo sobre el césped para ganarse de nuevo la confianza de los aficionados".
Tras esta charla que duró exactamente seis minutos, los jugadores comenzaron a realizar carrera continua, un tiempo que les valió para comentar en diferentes grupos lo dicho por Luxemburgo. Mientras, el entrenador brasileño mantuvo dos breves charlas: la primera fue con Arrigo Sacchi y la segunda con Ronaldo.
