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FEDERACIÓN

Plante del Real Madrid a la RFEF por la sanción a Cristiano

Florentino Pérez no acudirá esta tarde a la Junta Directiva ni volverá hasta que se renueve todo el estamento arbitral y disciplinario.

Actualizado a
Juan Luis Larrea entrega a Ramos el trofeo de campeón de Liga 2016-2017 en el palco del Santiago Bernabéu.
RFEF

La RFEF celebra esta tarde una Junta Directiva que puede aclarar el futuro de la Federación. Una reunión en la que Florentino Pérez será el gran ausente. El presidente del Real Madrid ha decidido no asistir a la reunión de esta tarde ni acudirá a las próximas mientras siga la actual estructura de los órganos arbitrales y disciplinarios de la Federación.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia fue la sanción de cinco partidos a Cristiano Ronaldo en la Supercopa de España. En el club blanco consideran que el Juez Único de Competición y el Comité de Apelación actuaron injustamente ante una acción en las que se mostraba de forma evidente que el portugués no simuló el penalti que supuso su segunda amarilla y consecuente expulsión y la reacción desairada contra De Burgos Bengoetxea.

Florentino ha hecho llegar su malestar a Juan Luis Larrea. El mandatario blanco se lo ha manifestado cara a cara al presidente de la Federación y también le ha enviado una carta para dejar constancia. Precisamente, la cabeza de Sánchez Arminio será la primera en caer una vez se haga efectiva la marcha de Ángel María Villar de la RFEF. El cántabro lleva 25 años al frente del Comité Técnico de Árbitros.

La reunión de esta tarde marcará la evolución de la situación institucional de la Federación. Tres son los escenarios que pueden salir de la misma: que se apruebe una petición unánime para que Villar dimita; que, si la dimisión no se produce, se acuerde presentar una moción de censura para el 22 de noviembre, cuando hayan transcurrido seis meses desde la reelección del presidente ahora suspendido cautelarmente; o que se escenifique una fractura entre los presidentes de las Territoriales afines y contrarios a Villar y el panorama instucional de la RFEF se mantenga sumido en la incertidumbre.