La Real se estrella con Lledó y pierde ventaja

La Real se complica la vida por deméritos propios. Ayer se perdió en su propia ansiedad y no fue capaz de superar a un Castellón que se limitó a poner el autobús en Anoeta y terminó el encuentro con ocho jugadores. El conjunto txuri-urdin pinchó delante de sus aficionados contra el colista, desperdició una ocasión de oro de acercarse casi definitivamente al ascenso y se complicó hasta el liderato de Segunda.

Los donostiarras dominaron el partido de principio a fin y monopolizaron el balón, pero no supieron darle la intención necesaria y se estrellaron una y otra vez contra un Lledó en estado de gracia. El meta del Castellón salvó a su equipo de lo que parecía una derrota segura. Pero la Real no encontró el camino, ni contra diez, nueve u ocho. Ya desde el principio el partido estaba muy enmarañado, excesivamente embarullado para los intereses del líder. El colista renunció prácticamente al ataque, pero hilvanó una gruesa tela de araña sobre su portería que fue inexpugnable para los realistas. El líder lo intentó de todas las maneras posibles, con fútbol directo, por las bandas con Prieto y Griezmann, entre líneas con Zurutuza, pero casi todos sus ataques eran infructuosos.

Ocasiones.

Sólo Agirretxe, en dos ocasiones, y Zurutuza en otra fueron capaces de burlar la defensa del Castellón. Las tres opciones se estrellaron contra Lledó. La del de Usurbil fue la única ocasión clara de los realistas en la primera parte, mientras Ulloa se pegó demasiado sólo contra la sólida defensa del líder. Demasiado poco para sacar algo del fortín Anoeta. La Real acusó de excesivo mediocampismo y volvió a aumentó su mala racha ante la portería rival. Da la sensación de que la temporada se le está haciendo demasiado larga a los de Lasarte.