La primera parte tuvo muy pocas ocasiones de gol y un ritmo anodino. Tan solo dos, y ambas fueron a favor del Real Murcia. La primera de ellas fue también la jugada polémica del encuentro, ya que Mario Rosas anotó de tiro colocado y el árbitro asistente anuló el tanto por mano en el control del media punta visitante en el minuto 37 del encuentro.

Cuatro minutos más tarde llegó una nueva oportunidad para el conjunto murciano. Mario botó una falta escorada y Ochoa, libre de marca, remató con la cabeza estrellando el balón en el travesaño del Villarreal B.

Perdonó el Murcia y el Villarreal B no desaprovechó su primera ocasión. Corría el minuto 52 de juego cuando un saque de esquina botado por Matilla fue cabeceado a la red por el central argentino Mateo Musacchio.

El primer tanto desconcentró al Murcia, que recibió el segundo en el minuto 65. Un contragolpe perfectamente lanzado por Marcos Gullón fue finalizado con clase por Cristóbal, que superó a Alberto con una preciosa vaselina.

A partir de entonces el filial villarrealense fue un vendaval, con claras ocasiones de Matilla y Cristóbal que acabaron en la madera.

El Murcia pudo recortar distancias en el minuto 87 con un penalti lanzado por Óscar Sánchez que fue detenido por Juan Carlos hasta en dos ocasiones, ya que la pena máxima se repitió debido a que varios jugadores entraron antes de tiempo en el área. Al final, Chando aprovechó un rechace en el área para hacer el definitivo 2-1 en el marcador ya en el tiempo de prolongación.