Cristiano Ronaldo ve la luz al final del túnel después de 54 días sin jugar con el Real Madrid. El crack portugués disputará 30 minutos ante el Zúrich para olvidar la fatídica entrada de Diawara del 30 de septiembre y estar a punto en el Camp Nou. El futbolista, que todavía no tiene ritmo de competición a pesar de que se entrena con el grupo desde el viernes, disputará un medio tiempo ante el Barça.
Cristiano se entrenó ayer a tope junto a los suplentes del Real Madrid frente al Racing. Fue el primero en saltar al campo junto con Raúl y Pellegrini. Estaba de buen humor y con muchas ganas. Muerde en los entrenamientos. Aunque en el club son cautos. "No podemos sacar a Cristiano de la camilla a jugar", recalcaba Jorge Valdano. El delantero blanco se ha perdido los últimos diez partidos oficiales del Real Madrid. Sus compañeros ya le ven para jugar por el ritmo que ofrece en los entrenamientos. "Podría haber jugado unos minutos ante el Racing", confesó Garay. Pero nadie quiere confundir rapidez con prisa. "Cristiano quiere jugar ya y ese entusiasmo puede ser perjudicial porque una recaída sería terrorífica", aseguraba Butragueño la semana pasada.
Sin molestias.
Los doctores, fisioterapeutas y recuperadores siguen de cerca su trabajo. Cristiano se ejercitó ayer con el balón y acabó sin complicaciones. Su lesión se complicó porque él forzó para jugar ante Hungría el 10 de octubre. En el club le miman para que no vuelva a ocurrir. Ahora, a diferencia de la otra vez, no se ha precipitado su regreso.