Ha creado en su trabajo un santuario rojiblanco

Atlético | Un museo colchonero en el despacho donde trabaja

Ha creado en su trabajo un santuario rojiblanco

Posee centenares de cuadros de la historia atlética

Juan Luis Martín trabaja en la fábrica Rogusa de alimentos precocinados, en Fuenlabrada. Allí tiene su pequeño santuario, una especie de museo dedicado al Atlético, su gran amor. Lo tiene allí por cuestión de espacio. "Si me llevo todo esto a mi casa mi mujer me mata", reconoce sonriendo. Allí posee centenares de cuadros, pósters, fotos, recortes, botellas, trofeos... todos dedicados al Atlético. Es un arduo trabajo, toda una vida dedicada al Atlético: "Llevo desde los 12 o 13 años coleccionando cosas".

Martín se lo muestra a todo el que desee verlo e incluso lo presta sin reparos. "Cuando las peñas realizan una exposición yo le cedo todo lo que puedo. Luego me lo devuelven y yo tan contento. Esto es para que lo vea toda la gente que quiera. Mi pena es no tener un lugar más adecuado en el que pudiera tener todo colgado y expuesto. Mi gran ilusión sería ver todos mis cuadros juntos, nunca lo he podido lograr. A mi lo que me gustaría es dedicarme a esto todo el tiempo", dice señalando varias cajas cerradas que contienen más recuerdos atléticos.

Una cosa que llama la atención es la gran presencia de guardametas que hay entre las estampas como San Román, Reina, Molina o el Mono Burgos: "Me encantan los porteros, de ellos me gustan hasta los andares". Uno de sus ídolos ha sido Miguel Reina. Con él quedó la temporada pasada para que le firmara un par de fotos cuando Pepe, su hijo, vino a jugar el partido de Champions al Calderón con el Liverpool, pero no pudo realizar el sueño: "Lamentablemente me surgió un problema en el trabajo y no llegué a tiempo. Miguel Reina fue de lo más grande para mí".

El gusanillo.

Juan Luis rememora cuando comenzó a sentir fervor por el Atlético: "Yo era del Moscardó, cuyos colores son el rojo y blanco, y nací en el pueblo de Don Benito (Badajoz), donde el equipo viste también de rojiblanco. Por eso estaba destinado a ser del Atlético dese muy pequeñito. Esto es como la sangre que te corre por las venas. Es como ser ludópata. Vas al bingo y pierdes. Vas al segundo día y también pierdes. Pero estás deseando volver para recuperarlo. Así es el Atlético, por más que pierdas, ansías volver al Calderón para ver si ganamos".