Sebastien Totó Squillaci (11-8-1980, Toulon, Francia), con ese apellido origen italiano era obvio el apodo para el apellido, prefiere no hablar español, pero se entera de todo. Por él piensa Julien Escudé (17-8-1979, Chartres), educado, reflexivo. Si no hay novedades, Jiménez alineará esta pareja de centrales para intentar detener la avalancha blanca. A Escudé casi hasta le hace gracia: "Estamos en el vestuario y me dice un compañero: 'me echarás una mano con Ronaldo'. Y le dice otro si él nos echará una mano con Benzema, o con Kaká. ¡No sé qué vamos a hacer". Escudé prefiere la humildad, pero sabe lo que tiene entre manos, un partido grande. Y no se va a arrugar.
El partido, además, tiene un toque muy francés, porque ahora que Benzema ha explotado, llega al Pizjuán, donde le esperan dos centrales internacionales que le conocen. En Francia, Benzema todavía no es el rey. "Él lo ha explicado allí, cuando juega con la selección todavía no está lo suficientemente liberado. No se expresa como tal vez lo haya hecho en Lyon estos años o como ahora en Madrid. Todavía no tiene el status, pongamos, de Henry. O de Anelka". Esa generación, con otros nombres como Trezeguet, que tanta gloria ha dado a Francia. Ahora llega la nueva hornada. Con Gomis, Guignac. Y Benzema. "Para mí, entre estos nuevos sí es el que tiene mayor proyección y, sin duda, el Real Madrid ha hecho una inversión que le va a salir bien porque Karim tiene un extraordinario potencial".
Es interesante escuchar a Escudé, aunque admite que quien mejor conoce a Karim es Squillaci: "Él es quien coincidió con él en Lyon e incluso más en la selección francesa que yo. Hemos jugado juntos muy poco con Les Bleus. Squillaci conoce cómo se ha ido haciendo la fama". El ex jugador de Mónaco y Olympique asiente..., pero quien habla es Escudé.
Comparaciones.
Choca sin embargo ver pagar al Madrid una millonada por Benzema. No por el hecho en sí, sino por el contraste que supone tanta frialdad con la marcha de Negredo. Para el ex jugador del Ajax, su tipología como jugador es distinta. "Álvaro es un jugador más parecido a Kanouté o a Luis Fabiano. Tenemos una delantera homogénea. Es un jugador que tiene un juego mejor de espaldas a portería que Benzema. Y su pegada y su golpeo de cabeza son espectaculares. Creo que la base de todo es que el Madrid buscaba un tipo de delantero distinto con Benzema, que perseguían a alguien con juego de cara, uno contra uno y velocidad. Tiene salida para los dos lados y disparo con las dos piernas. Entonces es más difícil porque no sabes por dónde saldrá. La clave, claro, será intentar que no se dé la vuelta".
Y Escudé vuelve a reírse cuando le preguntan a quién quitaría de los magníficos blancos: "Si Cristiano está que se sale, Benzema ha roto a hacer goles y Kaká lo está haciendo todo bien. Qué digo, qué podemos hacer". Ponerse en guardia con Squillaci.
Y el Mundial es su gran ilusión
Cuando por fin está en sus manos (no llegó al Mundial de Alemania y antes de la Eurocopa de Suiza y Austria sufrió una lesión que le dejó fuera), es Francia la que se complica la vida. Escudé espera estar al fin en una gran cita internacional: "Manda el jefe (Domenech) pero lo daré todo por llegar".
Lass, el jugador que es invisible
Escudé se vuelca en elogios a Lass Diarra, otro compatriota: "Me encanta. Parece invisible, que no está. Y juega increíble. Ahora hasta me sorprende haciendo goles. Excelente jugador. Es aguerrido, valiente, recupera y le da salida al balón. Y siempre está bien posicionado". Vamos, que ni su agente.
