Arsene Wenger, candidato número de Florentino Pérez para ocupar el banquillo del Real Madrid la próxima temporada, da síntomas de agotamiento en el Arsenal, club al que llegó hace trece años. En unas declaraciones al diario británico The Guardian confiesa que en algún momento de la temporada "me sentí como si hubiera matado a alguien".

"Parece ridículo el análisis que se está haciendo en algunos clubes. Hemos llegado a las semifinales de la Copa de Europa y cada día me siento como si hubiera matado a alguien. Es increíble. Si no desdramatizas, llegarías a preguntarte en qué mundo vivimos", dijo Wenger.

"Perder contra el United, que es un club que tiene diez veces más recursos que nosotros, no es una vergüenza. Ellos son los mejores del mundo y yo les felicito. Si practicas el tenis y pierdes contra Nadal, no tienes por qué decir que no eres un buen jugador", continuó.

Wenger considera que el Arsenal ha completado una buena temporada "considerando dónde estábamos en noviembre. Nos superaron el Chelsea en la Copa y el United en la Liga. No podemos decir que nos haya ganado cualquiera. Nuestra media es de 22 años y con esa edad, lo normal en la Premier es luchar por no descender".

Las declaraciones de Wenger podrían interpretarse como la preparación de la despedida, especialmente cuando habla de la afición: "Hay una enorme diferencia entre los hinchas de fuera de casa, que son fantásticos, y los de casa".