Hércules y Gimnàstic empataron hoy a dos en un encuentro igualado y de ida y vuelta, en el que los fallos defensivos fueron numerosos y en el que la victoria pudo caer de cualquiera de los dos lados, aunque el conjunto local tuvo que remontar un gol adverso en dos oportunidades.

Desde los primeros compases del encuentro, el Gimnàstic de Tarragona se mostró más cómodo sobre el terreno de juego. El conjunto catalán dominó el ritmo del partido y tocaba el balón hasta con cierta comodidad, aunque no con mucha profundidad.

El Hércules de Alicante apenas lograba trenzar alguna combinación y en defensa, donde el técnico Juan Carlos Mandiá experimentó con Rodri como compañero de Abraham Paz ante la baja por sanción de Sergio Fernández, se mostraba sumamente impreciso.

Precisamente, los errores defensivos del conjunto alicantino fueron los que dieron pie a las mejores ocasiones y al gol visitante. A los nueve minutos, Redondo quiso superar al meta Calatayud por arriba y fallo.

A los 36, Expósito se vio superado en velocidad por Jordi Alba, al que hizo caer al borde del área cuando se iba solo ante Calatayud, en una jugada que el árbitro sólo castigó con tarjeta amarilla. En el minuto 40, tras una falta favorable al Hércules, el Gimnàstic montó una rápida contra que condujo y culminó Víctor Casadesús.

El Hércules, por su parte, sólo contó con un disparo de Abel Aguilar desde dentro del área y el gol de Fernando Morán, que se coló por el centro de la defensa tarraconense y batió a Rubén Pérez con habilidad, por alto, cuando peor pintaban las cosas para su equipo.

Tras el descanso, con menos méritos que en la primera mitad, el Gimnàstic volvió adelantarse en el marcador por medio de David Bauzá, pero una acción de pundonor de Tuni y de calidad de Tote sirvió al Hércules para volver a nivelar la contienda.

El partido se volvió loco y ambos equipos llegaban con una facilidad inusitada al área rival. José Mari falló para el Gimnàstic y el meta Rubén Pérez evitó el tanto de Tuni para el Hércules.