El portero del Real Madrid, Iker Casillas, se mostró aliviado por el triunfo cosechado en una cancha complicada como es La Catedral (2-5), que "viene muy bien" al equipo blanco tras los últimos resultados registrados. "Ha sido un partido difícil, hemos vencido en un campo complicado", explicó el cancerbero.

Sobre el roce con Yeste, que le costó la expulsión al capitán en el primer gol del equipo vasco, Iker apeló a la fuerza con la que llegó el jugador bilbaíno. "Yeste viene muy fuerte. Fue muy brusco. En la cara no me dio, pero es expulsión. Yo había echado el balón fuera en la jugada anterior porque un jugador del Athletic estaba lesionado, pero ellos no lo hicieron con Sneijder. Yo sé lo recriminé, pero sin increparle, y Yeste me dio un empujón descarado. Esa jugada marcó el partido". Sobre las acusaciones de Caparrós, comentó: "Joaquín es un magnífico entrenador y sabe que yo me he tirado una vez o ninguna en mi carrera".

Casillas aseguró que "el árbitro estuvo correcto. El Athletic juega fuerte y rocoso, pero se ha encontrado con un Madrid que le ha plantado cara". El meta dijo que "el Madrid necesita jugadores con gol como Huntelaar como el comer" y que "después de lo del Liverpool y del paso atrás que dimos ante el Atlético, nos hemos llenado de moral".

Con los deberes hechos, la presión es ahora del Barcelona, que mañana viaja a Almería. "Ahora hay que esperar a que el Barça pinche. ¿Que si reaccionaremos como hace dos temporadas, en que el Bayern nos echó de Europa y luego ganamos la Liga? Es difícil que una situación se repita dos veces, pero nosotros vamos a agarrarnos a la Liga".