El Madrid reina en la batalla

LIGA BBVA | Athletic 2 - Real Madrid 5

El Madrid reina en la batalla

El Madrid reina en la batalla

El Madrid sale bien parado del combate que se vivió en San Mamés y duerme a tres puntos del Barcelona. Demasiada tensión y poco fútbol. El Athletic confundió intensidad con agresividad. El árbitro, Muñiz Fernández, se vio superado por los acontecimientos y mostró once amarillas y dos rojas, una a Yeste por una agresión que exageró Casillas, y otra al suplente Ion Vélez.

El Real Madrid ganó en San Mamés un partido no apto para menores y continúa su carrera por alcanzar al Barcelona. Fue un encuentro intenso, agresivo, en el que parecía que los protagonistas tenían cuentas pendientes que ajustar y en el que el fútbol ocupó siempre un segundo plano. Lamentable. El Athletic salió muy revolucionado, dando por hecho que intensidad y agresividad es lo mismo. Quiso convertir el partido en una batalla y lo consiguió durante un primer tiempo en el que a los contendientes les faltó calma y les sobró carácter mal entendido, en especial a los de casa. En los pocos momentos en los que se jugó al fútbol destacó el Real Madrid, que comenzó muy nervioso y fue calmándose a base de goles. Una vez más, el Madrid ha vuelto a demostrar personalidad y que sabe manejarse y sobrevivir en los choques ásperos y enredados.

El Madrid salió de inicio sin Higuaín, con Sneijder cerca de Lass y con Robben y Marcelo en las bandas. Lass volvió a ser ese compañero que nunca pide protagonismo y trabaja desde el anonimato, que parece que no está pero siempre acude en tu ayuda cuando tienes un problema. Gran trabajo del francés. Se vio una buena versión de Sneijder, quien hacía demasiado tiempo que no disputaba un partido tan completo y participó en los tres primeros goles del Madrid. El holandés, además de calidad, demostró carácter y personalidad cuando el partido se puso más tenso. No se arruga cuando se afilan los tacos. Su aparición fue una gran noticia para el Madrid, que le necesita y mucho.

También recuperó el protagonismo perdido en las últimas jornadas Robben, que con espacios y marcadores tan endebles como Koikili se cree el rey. Lo bueno de tener futbolistas que juegan para sí mismos y anteponen su beneficio al del equipo es que relativizan las derrotas, como la de Liverpool, y no acostumbran a hacerlas propias. Sólo asumen, y no siempre, los problemas que ellos generan, aunque tienen una facilidad asombrosa para culpabilizar a otros de sus errores. Habitan en un universo paralelo y viven de su inspiración y de su egoísmo. Uno de esos futbolistas es Robben, que tiene una facilidad natural para desequilibrar a los rivales y desesperar a sus compañeros. Si está inspirado es capaz de ganar él solo un partido. Y en San Mamés estuvo inspirado y hasta generoso. Se asoció con sus compatriotas Sneijder y Huntelaar y entre los tres acabaron con cualquier posibilidad de éxito del Athletic.

Un buen pase de Sneijder permitió a Robben ganar la espalda al inocente y despistado Koikili. Eludió con facilidad a Aitor Ocio y batió a Gorka con un disparo fuerte y preciso. Un golazo que no sirvió para calmar unos ánimos que ya estaban muy caldeados.

El Athletic había reclamado antes la tarjeta para Huntelaar por un manotazo a Amorebieta. Iraola y Aitor Ocio salieron en defensa de su compañero y el central se ganó la amarilla. Nadie se molestaba por disimular una tensión que impedía disfrutar del fútbol.

Yeste puso a prueba en un par de ocasiones a Casillas y Heinze comenzó a tomar un protagonismo excesivo en el choque. Se le reclamó un más que posible penalti a Toquero. Mucho más claro fue el que cometió en el segundo tiempo sobre Amorebieta, al que se quitó de encima con un manotazo en una acción a balón parado. Algunas acciones del argentino se mueven entre la inconsciencia y la incapacidad.

Malo para el Madrid cuando Heinze tiene tanto protagonismo. Saboreó la felicidad cuando aprovechó un fallo de la defensa del Athletic, que tiró mal el fuera de juego, para marcar de cabeza después de un lanzamiento de falta de Sneijder. La alegría le duró los dos minutos que tardó en marcarse un gol en propia puerta, en una acción que terminó de enfangar el encuentro. Casillas recriminó a los jugadores del Athletic que no hubieran tirado el balón fuera y Yeste empujó a Casillas, que exageró la acción. Yeste, que tiene la cabeza para poder llevar el pelo y cambiarse el peinado cada cierto tiempo, fue expulsado, quizá de forma exagerada, pero nadie le mandó meterse donde nadie le había llamado. Hasta ese momento había sido el mejor de su equipo y la expulsión le hizo mucho daño al Athletic. Aitor Ocio, que había merecido la roja por una agresión anterior a Sneijder, se ganó la amarilla por protestar. Desenfundó Muñiz Fernández las tarjetas con gran facilidad y no siempre de forma acertada.

Por si había alguna duda, el partido ya había quedado convertido en una batalla que el Madrid no supo gestionar hasta el descanso. Se creció el Athletic y con un cabezazo que parecía inocente empató el choque. Casillas debió pensar lo mismo, se confió y falló de forma clara. Se le recuerdan pocos errores como éste a Iker, quien pese a todo tuvo una actuación destacada y dejó varias intervenciones brillantes, de las que llevan su firma.

En el segundo tiempo el Madrid supo mantener la cabeza fría, demostró personalidad y se movió con carácter en medio de la adversidad para ganar el partido desde el contragolpe. En uno de ellos, conducido de forma magistral por Sneijder, el holandés combinó con Raúl y éste cedió de forma sutil a Huntelaar, que con un disparo preciso batió a un sorprendido Gorka.

Recuperada la ventaja en el marcador, el Madrid se creció y sentenció con un nuevo contragolpe, esta vez conducido por Robben, quien, en una muestra inusual de generosidad, cuando llegó al borde del área hizo lo que siempre se le pide y rara vez hace. Le cedió la pelota a Huntelaar y éste superó a Gorka con una vaselina.

Con el choque cerrado, llegó el momento de que Juande diera descanso a Raúl y Robben, sustituidos por Higuaín y Faubert, quien pasó tan inadvertido como cuando no juega. Hasta Parejo, quien reemplazó a Huntelaar, disfrutó de unos minutos.

Siguió intentando maquillar la derrota el Athletic, pero lo que ocurrió fue que el Madrid redondeó su goleada después de un penalti de Iraola a Marcelo. Transformó el lanzamiento Higuaín, que marcó su primer gol esta temporada fuera de Madrid.