Abel Resino, entrenador del Atlético de Madrid, decidió, sin previo aviso, que la mitad del entrenamiento fuera a puerta cerrada con el objetivo de preparar alguna táctica nueva con la que contrarrestar la mala imagen ofrecida en los últimos encuentros.

Durante media hora, y con la prensa como testigo, trabajó en el Cerro del Espino con toda la plantilla haciendo rondos en dos grupos. Después, los medios de comunicación fueron invitados a abandonar la sesión.

Durante 40 minutos Abel Resino probó algún remedio para los males atléticos. Probablemente el técnico toledano medita colocar al holandés Heitinga en el lateral derecho, mientras que en el centro del campo podría colocar a tres medio centros, con lo que Simao Sabrosa podría caerse del once titular.

Mañana, de nuevo, el entrenamiento será a puerta cerrada, aunque en un escenario diferente, el estadio Vicente Calderón.