Hace 16 años, con el equipo varado en Tercera, una orden judicial acabó con toda la actividad del Stade Reims a causa de problemas financieros. El club empezó de cero. Tocaba refundarse. Competir en categoría regional. Atrás quedaban los mejores años de un conjunto que en los 50 rozó la gloria europea. Dominador absoluto del fútbol francés, perdió dos Copas de Europa, las dos ante el Madrid, una en el Parque de los Príncipes de París (4-3) y la otra en Stuttgart (2-0).

Sólo el club blanco pudo poner freno al Gran Reims, como fue bautizado, en el que destacaron varios grandes jugadores de la historia del fútbol francés como Kopa, Fontaine, Bliard, Jonquet, Michel Hidalgo, Piantoni o Vincent. Siete títulos de Liga y dos de Copa obtuvieron todos ellos defendiendo la camiseta roja con mangas blancas del Reims, además de llevar a Francia al tercer puesto en el Mundial de Suecia, celebrado en el 58.

Pero desde 1962 ya no hubo más títulos y el club se fue empequeñeciendo marcado por la espiral de ascensos y descensos en la que se convirtió su trayectoria. Tan sólo la presencia goleadora de Carlos Bianchi a mediados de los 70 y el subcampeonato copero en 1977 hicieron recordar lo que en su día fue esta entidad. Poco a poco los problemas financieros comenzaron a asomar y ni siquiera el regreso de Bianchi, ya como entrenador, evitó la desaparición del club.

Desde que se refundara en el verano del 92, el cuadro francés ha ido recuperando su sitio en la élite hasta volver a Segunda en 2004. Esta campaña es colista a ocho puntos de la salvación y por eso ha decidido recurrir a la magia de Luis Fernández.