El verano del 2006 Iker Casillas viajó a Sierra Leona con el objetivo de poner la primera piedra de una escuela. Allí conoció de cerca la miseria del país y se quedó impresionado con todo lo que vio. Le contaron que la causa principal de mortalidad infantil era la malaria y que moría un niño en el mundo cada 30 segundos por esta enfermedad.

Aquel viaje se le quedó grabado en la memoria y, desde entonces, pensó que tendría que hacer algo al respecto. Fue un amigo cercano quien le dio la idea y Casillas la aceptó de inmediato. Sólo había que ponerla en marcha. Pensó en Rafa Nadal para hacer un partido mitad de fútbol mitad de tenis. Por entonces, el actual número uno estaba en el Torneo de Shanghai e Iker habló con su representante. La idea le pareció genial y juntos se pusieron manos a la obra.

Le presentaron el proyecto a la Comunidad de Madrid y apoyaron la iniciativa desde el principio. El Ayuntamiento reaccionó en el último momento, pero también ayudó. Fue en Navidad y además de una fila cero, las entradas costaron la cifra simbólica de seis euros. Futbolistas, tenistas, deportistas en general, actores, cantantes y hasta Fernando Alonso no faltaron a la cita. Más de 7.500 personas abarrotaron el Madrid Arena. Recaudaron 100.000 euros, que sirvieron para comprar otras tantas mosquiteras (a un euro cada una). Hace un año, las vacunas, al precio de 12 euros, se encontraban en fase de prueba...­