Pese a que Augusto César Lendoiro se negó en rotundo a negociar por Fabricio cuando Agapito Iglesias le instó a ello a través del teléfono hace unas semanas, el Real Zaragoza no ha arrojado la toalla por la que es su segunda opción para la portería, tras el anhelado Sergio Asenjo. Agapito se ha topado con otro negociador de hierro, Lendoiro, así que en las oficinas de La Romareda se ha diseñado una estrategia envolvente: se busca una vía legal que permita hurtar a Fabricio basándose en su contrato amateur.

El Zaragoza viene meditando esa posibilidad y trabajando silenciosamente en ella, aunque la posibilidad de éxito se desconoce. Según expertos en materia jurídica consultados por AS, el hecho de que el contrato de Fabricio con el Deportivo sea amateur no le hace ajeno totalmente al Real Decreto 1006, que regula la actividad de los deportistas profesionales. Es decir, que Fabricio tenga contrato amateur no implica que pueda desvincularse unilateralmente del club (como cualquier trabajador lo puede hacer de su empresa previo aviso quince días antes) si hay fijada una relación laboral, como sucede en este caso.

Si finalmente el Zaragoza y Fabricio se decidieran a emprender esa compleja aventura, la justicia terminaría siendo la que, ante la supuesta y consiguiente denuncia del Deportivo, debería dictaminar si ha lugar a indemnización y, en caso afirmativo, la cantidad correspondiente.

Lendoiro quiere renovarle antes de fin de mes

La cláusula de rescisión que tiene fijada actualmente Fabricio en su contrato amateur con el Deportivo es de 10 millones, una cantidad que contrasta radicalmente con su sueldo: 17.000 euros anuales. Como ya es miembro de la primera plantilla desde hace meses, el club tiene previsto renovarle antes del 31 de agosto. La oferta que recibió hace un año fue rechazada por Fabricio, a quien intentarían mandar cedido a un Segunda si no se encuentra comprador para Aouate y Munúa.