Si tras esa pose tímida y reservada se esconde un aventurero, Lionel Messi puede estar de enhorabuena. El futbolista voló ayer con la expedición del Barcelona hacia Escocia para iniciar seis días de concentración, pero podría llegar a abandonar hoy mismo la estadía. El Pulga dispone de un billete con Japón como destino para incorporarse ipso facto a la selección argentina, que disputa allí un amistoso el día 29. De todos modos, es probable que Messi permanezca en Saint Andrews durante toda la estadía y, eso sí, cumpla más adelante su sueño de marcharse con la albiceleste para disputar los Juegos Olímpicos.

Ayer fue día de intensas negociaciones entre el Barça y la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) para alcanzar un acuerdo. El nuevo vicepresidente deportivo, Rafael Yuste, avisaba en El Prat que "se trata de un asunto complejo, aunque soy optimista y creo que habrá una buena solución".

Factor Grondona.

Pero la AFA, que el sábado ya publicó el nombre de Messi en la convocatoria para Pekín, reiteraba que el jugador se incorporará a la selección en las próximas horas. Para añadir más leña al fuego, la agencia DPA hacía públicas las declaraciones de un anónimo portavoz del Barça quien admitía que "el jugador quiere ir (a los Juegos) y va a ser casi imposible retenerlo".

El Comité Olímpico Internacional (COI) ya advirtió al club azulgrana de que Messi podría quedarse sin disputar la previa de la Champions si no lo dejan ir a Pekín. La AFA cuenta con una ventaja añadida: su presidente, Julio Humberto Grondona, es también vicepresidente de la FIFA.

Batista no alberga dudas

Mientras el Barcelona juega al esconder, Argentina da por hecho que Lionel Messi estará en Pekín. También lo cree así el seleccionador olímpico, Sergio Batista, quien el domingo por la noche cenó con unos amigos, ante los que se mostró convencido de que el Pulga participará en los Juegos Olímpicos. La albiceleste se embarca hoy camino de Japón.