Cristiano Ronaldo está en Los Ángeles para asistir a la ceremonia de entrega de los premios ESPYS que se concedieron la pasada madrugada en el Nokia Theatre de los Ángeles (su emisión en horario de máxima audiencia será el domingo por la noche). El futbolista aterrizó ayer en tierras americanas y fue el centro de atención de los medios de comunicación. Con pantalón vaquero, camisa blanca, chaqueta de vestir y sus inseparables muletas, el portugués despertó el interés de todo el mundo.

Tobillo. Mientras sus todavía compañeros del United volaban a Suráfrica, donde estarán hasta el 27 de julio, el crack portugués ha dejado por unos días la rehabilitación de su tobillo en la clínica del recuperador Antonio Gaspar y ha volado a Los Ángeles.

En cualquier caso, no descuidará su rehabilitación y se ha llevado una tabla de ejercicios que tendrá que cumplir a rajatabla hasta que regrese a Lisboa. El futbolista quiere recuperarse cuando antes y no desea que ningún contratiempo retrase su puesta a punto. Cada día que pasa siente menos molestias y eso ya es una buena señal.

En los premios ESPYS ha sido nominado en la categoría de mejor atleta del año junto a Rafa Nadal, Kaká y el jugador de baloncesto Ginobili. Lo más normal es que el premio sea para el portugués, ya que, por el momento, es el único de los candidatos que ha acudido a Los Ángeles. El portugués, que llegó acompañado de amigos (en Inglaterra y Portugal dicen que ha roto con su novia española, Nereida), sigue recogiendo premios tras una temporada llena de éxitos. Curiosamente, en la gala coincidirá con David Beckham, que será el encargado de entregar uno de los galardones. La foto con los dos juntos será la más esperada de la gala.

Cristiano continúa en sus trece y tampoco quiso hablar a la prensa americana de su venta al Real Madrid. El jugador no quiere hacer declaraciones que desvíen la atención de lo que quiere, que es jugar en el conjunto blanco.