El desencuentro comenzó en Santander ante EEUU cuando Luis le dio un toque: "Debe centrarse y subir menos". El lateral replicó en AS que "me mosqueé con el míster, aunque se me pasó enseguida". Pero en ese partido apenas subió. "Si no quiere, en vez de hacerlo veinte veces lo haré cuatro". La duda se había instalado en su cabeza y creció con el siguiente mensaje de Luis: "Tiene que subir más". "Que se aclare: unas veces dice una cosa, y otras, otra distinta", respondió enojado.

En el campo, Sergio no está siendo el de siempre, anda confuso: en el minuto 62 contra Rusia, Puyol le recriminó una subida que obligó al central a arriesgar en un cruce al hacerle la cobertura. Y las críticas le han llegado. Acepta consejos, no la rueda de prensa en la que Luis dijo que "hace cosas fuera del campo que no debe". No habían pasado ni diez minutos cuando empezó el aluvión de llamadas: "iPisha, que he leído en la web del AS que Luis dice que te comportas mal, ¡qué pasa?". Y se irritó porque había dado por cerrada la herida de sus errores tras una charla en la que el técnico, ahí con lógica, le amonestó: "Debe llegar a su hora a las reuniones por respeto al grupo y usar menos el móvil, esté más centrado". Sergio pidió perdón a sus compañeros por un par de retrasos, pero está dolido. Y Luis, enorme cuando le defendió del ataque sueco con lo de la foto en un pub, quizá no lo admita, pero sabe que aquí ha exagerado la caricatura.