Un año más, la joyería Alegre da los últimos retoques a la Copa. Hace un mes, esta saga de orfebres madrileños recibieron el trofeo de manos del Sevilla para arreglar sus desperfectos. "Suele traer golpes porque con el trasiego de las celebraciones... siempre hay alguna puerta que no calculan bien", bromea Federico Alegre.

Este trofeo lleva 18 años viajando por España ya que, desde que en 1990 el Barcelona se lo quedó en propiedad (ésto sucede cuando se gana tres años consecutivos o cinco alternos), ningún equipo ha podido retenerla y sólo Atlético y Zaragoza se acercan con tres. Con el júbilo del vencedor llega la preocupación de Federico que vigila nervioso el devenir de una Copa que desea que alce el Getafe: "Todos iremos con ellos en el partido más bonito del año. La Copa debe compensar el dolor de la eliminación de UEFA". Además, la sencillez de los azulones se asemeja a este diseño de 78 centímetros y 20 kilos, realizado en plata que "podría dibujar un niño sin haberla visto". Un tesoro simple.