La puerta de la Selección está de nuevo abierta para Raúl, que no acude a una convocatoria desde hace 18 meses. Luis Aragonés ha demostrado que, a pesar de sus comentadas diferencias personales con el 7 de España, el gran rendimiento que viene ofreciendo el capitán del Madrid en Liga y en Champions (15 goles entre ambas competiciones) no ha pasado inadvertido para él.

De hecho y según pudo saber AS, el pasado día 19 Luis envió a uno de sus ayudantes de máxima confianza a Roma para que presenciase en el estadio Olímpico el partido entre el equipo de Totti y el Madrid. El elegido fue Armando Ufarte, cuyos informes suelen ser palabra sagrada para Luis (como los de Mendiondo, otro de los ayudantes del seleccionador, que estuvo en Glasgow siguiendo a Valdés, Xavi e Iniesta). Ufarte fue casi clandestino para evitar ser reconocido, hasta el punto de que la amplia expedición blanca no lo vio en las cuarenta horas que permaneció en la Ciudad Eterna.

Acertado. El objetivo marcado en rojo por Luis a su ayudante señalaba un nombre en primer lugar, Raúl, y otro en segundo, Guti. Los casos de Casillas y Ramos se dan por descontados porque son fijos para la Eurocopa. Raúl, que desconocía la presencia de Ufarte en el Olímpico, marcó con picardía el 0-1 y fue de los mejores de su equipo. Guti pasó con un aprobado más raspado.

Al día siguiente llegó, por iniciativa del capitán madridista, un contacto con el seleccionador para demostrarle que él no quería ser un elemento de enfrentamiento nacional antes de la Eurocopa. Un día después ambos dieron la famosa conferencia de prensa de Las Rozas y se selló la paz pública entre las partes. Pero la de verdad ya estaba sellada de antemano. Luis ha abierto la puerta de Raúl para la Eurocopa. Al césar lo que es de Aragonés