Que no se haga muchas ilusiones el Valencia si se piensa que por haber ganado en Heliópolis tienen sus males remedio. Ayer jugó andando, pero fue infinitamente superior a un Betis lamentable, espeso y sin sangre que tiró la Copa. Su entrenador, Paco Chaparro, había comentado que sus prioridades se llamaban "Recreativo" y "Getafe" (sus dos próximos rivales en la Liga). Y así salieron sus jugadores. Tranquilitos, relajaditos y mandando al garete el torneo del k.o. ¡Inconcebible!

Tan poco tensos estaban los verdiblancos, que se encontraron en el corto margen de once minutos con dos goles. Los dos de Joaquín. Los dos de cabeza ¿Resultado? Los 20.000 valientes que se atrevieron a acudir al campo protestaron de manera estruendosa y significativa el deleznable numerito de su Betis.

El Valencia, que jugó a medio gas (la tónica de sus últimas actuaciones) le pudo formar una verdadera escabechina a un rival que era un pelele, una caricatura y lo que es peor, un conjunto pasota, desmotivado, sin tensión y falto de agallas. ¡Increíble pero cierto!

Suponemos que Chaparro, en lugar de poner a sus jugadores el 'Resistiré' del Dúo Dinámico les cantó las cuarenta. Porque en la segunda mitad salieron con otra actitud. Jugando igual de mal, eso sí, pero por lo menos con más empuje y mejor aplicación que en ese deplorable primer tiempo (digno de una multa por bajo rendimiento). Apenas transcurridos dos minutos de la reanudación, Pavone marcó su séptimo gol (cinco en Liga y dos en Copa) y en parte aplacó el malestar de la grada. ¡Con qué poquito se conforma la afición bética!

Y el partido se le puso si cabe más de cara. Pérez Lasa, que como siempre estuvo fatal, expulsó de manera rabiosamente injusta a Arizmendi (¿por qué demonios se empeña Koeman en poner de lateral derecho a uno de los mejores delanteros españoles?). El madrileño había visto la primera amarilla en el minuto 45 y esta del minuto 51 no sólo fue una crasa injusticia. ¡No fue ni falta!. Pero Somoza, con un absurdo agarrón se fue también a la ducha. Poco más que decir.

El detalle

El árbitro no vio que la acción de Arizmendi sobre Caffa no era ni tan siquiera falta. Se fue a la calle por doble amarilla. Poco tiempo después, Somoza fue también expulsado.