La previsión se cumplió y Thierry Henry recibió ayer el alta médica. Apartado del grueso de la plantilla desde finales de noviembre, cuando se confirmó que los dolores musculares que padecía eran producto de una discopatía en la columna vertebral, el delantero ha seguido un plan específico de preparación. A comienzos de esta semana comenzó a sentirse bien, el martes comentó a su fisioterapeuta y recuperador, Juanjo Brau, que estaba decidido a llegar a tiempo para el clásico, ese mismo día se sumó durante un rato al partidillo de ensayo con sus compañeros. Y ayer, por fin, los médicos le dieron luz verde. Henry no quiere perderse su primer clásico con el Barcelona, de ahí que se dé por hecho que mañana entrará en la convocatoria.