Estudio derecho pero nunca ejerció. Mateo Alemany (Palma de Mallorca, 1964) entró en el fútbol muy joven, en el Real Mallorca, su club de toda la vida. Alemany se ha tirado más de la mitad de su vida trabajando para esta entidad. Empezó como ayudante en la gerencia, eran los tiempos de Miguel Contestí en el viejo Luis Sitjar, para a continuación ir adquiriendo experiencia y formación en la administración del club. Fue gerente, después director general, a continuación consejero delegado en la época de la propiedad de Antonio Asensio, quien al final le pidió ser el presidente de la entidad, cargo que ocupó entre 2000 y 2005, después de haber rechazado una oferta de Florentino Pérez para irse al Real Madrid para ejercer como director general.

El malogrado Antonio Asensio, en la última fase de su lucha contra el cáncer, le pidió que siguiera al frente de la nave, y Alemany declinó irse al Madrid para asumir la presidencia del Mallorca.Dirigió la nave mallorquinista en tiempos de apoyo económico (de Asensio), pero también, y sobre todo, en época de vacas flacas. Convenció a Samuel Etoo para que jugara cinco temporadas en el Mallorca, hizo piruetas con los números para mantener la nave a flote a pesar de tener una plantilla a la que difícilmente podía pagar, pero que cobraba religiosamente. Siempre equilibró balances con brillantes operaciones de venta de jugadores, Etoo, Luque, Dani, Lauren, Marcelino, Valerón...

Fue la época dorada de la final de Recopa, de la Champions League. Como en el despacho, en el escenario público, poco a poco se fue curtiendo en las distancias cortas con los medios de comunicación. Es un gestor, a sus 44 años, joven y tiene mucho por delante.