El Atleti tiene en Serbia su mayor peña extranjera

Copa de la UEFA | Atlético

El Atleti tiene en Serbia su mayor peña extranjera

El Atleti tiene en Serbia su mayor peña extranjera

alejandro gonzález

Mita Stojkovic volvió a nacer en Madrid a los 48 años. Fue cuando el Atlético se cruzó en su vida. Catorce años después, ha levantado en Borca, Belgrado, a 60 kilómetros de Novi Sad, la peña rojiblanca en el extranjero más grande, con más de 1.000 socios. 200 irán al partido el jueves.

Todo comenzó hace 14 años, cuando en el destino de Mita Stojkovic, de 64, se cruzó el Atlético y su vida se desgajó en dos: desde aquello hubo un antes y un después de lo rojiblanco. "Estuve en Madrid siete meses y, ¡mamma mía!, ni Madrid ni Barcelona. Me enamoré de la rojiblanca nada más llegar", explica 14 años después, desde Borca, Belgrado, donde espera con impaciencia a la expedición rojiblanca que llegará a Novi Sad mañana para jugar, pasado, la vuelta de la eliminatoria de la UEFA ante la Vojvodina. "¡Mamma mía! ¡Qué ilusión ver al Kun y a Forlán en directo!".

Estos 14 años para Mita no han pasado en balde: el serbio ha levantado la mayor peña del Atlético en el extranjero y ha contagiado su fiebre rojiblanca a más de mil personas. Para algunos, el jueves, será la primera vez que vean al Atlético más allá de la televisión. Casi nada. Pero no sólo en socios, sino en instalaciones la peña de Mita es grande: un gimnasio, una cafetería, un campo de fútbol-sala con hierba artificial y una escuela de fútbol, en la que más de mil niños que compiten con los colores rojiblancos, hay en ella. Allá donde se mire habrá un escudo rojiblanco.

"Aquí el Atlético es mucho más popular que el Real Madrid", enfatiza Mita y nombra a Radomir Antic y a Milinko Pantic como sus embajadores. "El Atlético siempre ha sido un club con la mano abierta a los serbios y eso lo llevo en el corazón", esgrime. "Es que no puedo expresar con palabras lo que siento por el Atlético. Todo está dentro de mí, pero no lo puedo sacar", cuenta en un español bastante fluido, pero con el "¡mamma mía!" de comodín cuando una palabra en español no le sale. "¡Mamma mía! ¡Qué el Atlético venga a Novi Sad es un sueño!", exclama. Desde que se enteró de la eliminatoria prepara el viaje al estadio de la Vojvodina, a 60 kilómetros de Borca: irán más de 200 de la peña, para vestir una parte de la grada de rojiblanca, para que los de Aguirre se sientan en su casa.

A primera vista. "Es decir, como me sentí yo la primera vez que fui al Calderón. Por eso me enamoró el Atlético. Porque es como una familia, allí nadie se siente extraño, enseguida se te pegan las rayas de la camiseta. ¡Y es que Don Jesús Gil era un fenómeno! ¡Qué carisma tenía, cómo se le echa de menos!". La foto del ex presidente rojiblanco no falta, por supuesto, en el santuario rojiblanco que Mita ha levantado con sus manos y dinero, sin apenas más ayuda, allí en Belgrado. "Todo el mundo me conoce porque lo que quiero es que el Atlético me sobreviva, que todo esto que he construido perdure cuando yo me muera y que todos los rojiblancos sepan que en Belgrado hubo un hombre, Mita, que amó al Atlético".

Los lazos que ataron a Mita y al Atlético hace 14 años se reforzaron con la amistad del serbio con Miguel Ángel Ruiz, entonces director deportivo rojiblanco o con Miguel Ángel Gil Marín o con Pedraza. O porque hay imágenes y emociones que no se van, que no se irán nunca: como los goles de Pantic, como la piel de gallina cada vez que pisa el Calderón: "¡Y nos lo van a tirar! ¡Mamma mía!".

Con gimnasio y cancha de fútbol

Aparte de la cafetería donde se habla del Atlético en serbio y no en español, la peña de Mita también tiene un gimnasio lustrado con los colores rojiblancos y una cancha de fútbol-sala con césped artificial. "Me gustaría que Miguel Ángel Gil Marín visitara las instalaciones de la peña cuando el Atlético venga el miércoles a Novi Sad", asume. Para él, la visita, significaría un día de fiesta. "¡Mamma mía! Qué ganas tengo de ver al Atlético en el campo". ¿A quién animará? ¿No tendrá el ánimo dividido entre lo serbio y lo rojiblanco? "¡Qué va! Mi corazón es rojiblanco y cantaré el himno del Atleti hasta quedarme afónico", promete. Que haya montado una peña del Atlético así, partiendo de la nada, confirma que es de los que cumple.