Capello se despidió de todos y se va al Tíbet

Primera | Real Madrid

Capello se despidió de todos y se va al Tíbet

Capello se despidió de todos y se va al Tíbet

felipe sevillano

En la RAI dijo ayer: "Yo no dimito, es un problema de Calderón"

Tras disputar el Partido de Paz en Tel-Aviv, la expedición regresó a Madrid. Fue el momento en el que Capello se despidió de todos sus jugadores y les dio las gracias por el trabajo realizado durante toda la temporada. "Os agradezco el trabajo que habéis hecho durante los nueve meses de competición. Os deseo que tengáis unas felices vacaciones y descansad mucho durante este tiempo". No hubo frases de "nos veremos en julio" o "un hasta pronto", el técnico entiende que ayer fue el final de su segunda etapa en el Real Madrid.

Con Ramón Calderón ni siquiera tuvo que cruzarse porque el presidente, y el resto de los directivos, se quedaron en Israel y regresaron a Madrid ayer por la tarde. Sí tuvo la oportunidad de despedirse de Mijatovic, Baldini y Bucero, pero con ellos tendrá que hablar en los próximos días.

Vacaciones. "Me voy con la conciencia muy tranquila y con la seguridad de haber hecho el trabajo bien. Es lo único que puedo decir", dijo el técnico a los medios desplazados al partido de Israel al finalizar el encuentro. "Ahora empiezan mis vacaciones y me marcho con mi esposa a China, al Tíbet".

Pero antes de marcharse al Tíbet, Capello viajó ayer por la tarde a Italia, donde estará durante unos días y esperará a que el Real Madrid haga oficial que no sigue como entrenador. A pesar de todo, él insiste en que su objetivo es quedarse y cumplir los dos años de contrato que aún le quedan: "Yo no dimito, es un problema de Calderón. Yo no he presentado la dimisión porque quiero continuar. Tengo contrato en vigor y vivo muy bien en Madrid, soy muy feliz".

La misma incertidumbre tiene su cuerpo técnico. Galbiati, Neri, Tancredi y Grande tienen contrato en vigor, pero el Madrid ya ha decidido que ninguno de los cuatro continúe en el club. Bernd Schuster tendrá el equipo de trabajo que él desee y, por tanto, es imposible la continuidad de los hombres de confianza del técnico italiano.

Enfado. Capello se siente decepcionado porque nadie le ha dicho a la cara que no va a seguir después de haber ganado la Liga. Ha tenido que enterarse de los proyectos para la próxima temporada por los medios de comunicación y se ha sentido menospreciado porque nadie ha contado con él para planificar la próxima temporada. Su cara refleja tristeza y, por desconfianza, prefiere estar solo y no hablar con nadie del asunto, aunque ya ha dicho públicamente que nunca sintió el respaldo del presidente.

Además, él se niega a abandonar el barco porque quiere cobrar su contrato. El divorcio entre Capello y Calderón es público y notorio. El encuentro que tuvieron tres días antes del final de la Liga no sirvió de nada.