Felicidades y así se hace: esos niños de hoy nos pagarán las pensiones mañana.

¡Ja, ja! Pero nosotros vamos a echar el cierre, tres son un ejército.

La niña igual trae un golito en el Camp Nou, además del pan bajo el brazo.

Sería magnífico porque el de hoy es un partido en serio de verdad. Nos espera el campeón, se juega en su casa, los dos equipos hemos ganando los nueve puntos disputados más el partido de Champions A ver quién gana.

¿Si lo hace el Valencia, qué supondrá?

Un aviso, un golpe, un estamos aquí y no es casualidad lo que hemos conseguido hasta ahora.

¿Pero a 38 partidos es batible este Barça?

Va a ser complicado pues se trata de un equipo muy hecho y muy convencido de sus posibilidades. El Sevilla lo arrolló en Montecarlo y no acusó el golpe. Es difícil que se descompongan, porque saben lo que quieren y tienen una confianza enorme en sus posibilidades. Dicho esto le añado que yo creo en un Valencia campeón. Este equipo tiene excelentes futbolistas en todas sus líneas, da para muchas combinaciones y es bloque.

Antes que la niña, la cigüeña le trajo a usted a Joaquín. Estando ya Vicente, ¿sintió como que le tocaba la lotería?

Para mí, Joaquín y Vicente son una bendición.

Ya.

Un delantero de mi estilo necesita dos extremos, gente que llegue al fondo y la ponga. En el Liverpool lo eché mucho de menos pues no teníamos jugadores de ese corte.

El fútbol es debate permanente. El último lo generó Capello atacando al toque-toque. Puesto que usted habla de extremos, ¿no es todo más sencillo, no acaba ganando el que abre el campo?

Sin la menor duda. Vamos, en la mayoría de los casos. Aquí, en el fútbol, hay mucho inventor, pero al final el secreto es el de siempre: el que abre el campo gana o tiene más posibilidades de hacerlo.

Pensaba oyendo a Capello que si el toque no vale, al Barça habrá que multarlo. Pero mira que toca y toca...

En efecto. Y tiene a Giuly, Messi, Ronaldinho, el mismo Etoo, gente que ensancha el campo y volvemos a lo mismo. Hay otras cosas que no se discuten, como la necesidad de ser rápidos cuando tienes la pelota, de defender con los cinco sentidos cuando no la tienes Todo eso es de cajón. Pero, además, juega por las bandas, abre el campo.

¿Usted ve jugando juntos a Ronaldo y Van Nistelrooy?

Es una de las grandes curiosidades que tengo.

Y yo.

Pueden complementarse, las características de uno pueden complementar las del otro, pues no son iguales. Pero hasta hoy han sido dos nueves-nueves.

Hablan de un Ronaldo más atrasado, al estilo de lo que hizo usted en el Mónaco. Van Nistelrooy sería Prso.

No sé... Quizá en el Bernabéu, donde tendrán menos espacios. Pero a Ronaldo lo veo arriba. Lo mío en Mónaco fue una casualidad, exigencias del guión ante la falta de un último pasador.

Pues hay quien opina que fue su mejor versión.

Me lo pasé muy bien jugando allí, toda la experiencia en Mónaco fue buena, pero soy un nueve. Con el tiempo pienso que me tomé un año sabático: dejé la presión del Madrid y jugué en un estadio con cinco mil personas en la grada.

Un año sabático que acabó como subcampeón de Europa nada menos. Tres títulos con el Madrid, uno con el Liverpool ¿Se pellizca a veces?

Y las dos Ligas y la Intercontinental Sí, muchas veces me cuesta creer que he ganado todo eso.

Pensaba yo el otro día que fue irse usted y el Madrid no ha ganado nada. Le recuerdo en la Octava, con Anelka de pareja

Es que el Madrid cometió una equivocación enorme desmantelando el equipo de la Octava. Aquella plantilla estaba para continuar y seguro que habría ganado más títulos, no me cabe la menor duda.

¿Dónde cree que empezó el descosido?

En la cena famosa después de ganar la última Liga. No valió ni el pasado madridista de la mayoría, ni siquiera llamarte Fernando Hierro.

Que siempre fue rarito. Aquella noche el equipo apenas festejó el título con la gente en el Bernabéu, hubo bronca porque algunos, Hierro entre ellos, pusieron pegas en darse una vuelta por el Ayuntamiento de Madrid al día siguiente. No sé, no sé

Mire: había una idea que pasaba por desmantelar lo que había y construir algo nuevo. Florentino Pérez se equivocó, apostó por lo empresarial más que por lo futbolístico. Está bien lo de generar dinero, pero que el equipo gane, ¿eh?

¿Cómo discutir los fichajes de Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham?

¡De ninguna manera se puede discutir a esos futbolistas! El problema fue que no se supieron encajar bien las piezas. La Novena se ganó con la base de la Octava, volvemos a lo mismo. Había un equipo y acabó no habiéndolo. Ahora están en un vuelta a empezar.

Volvamos a los extremos: el Madrid se trae a Reyes, un zurdo en serio no ha tenido desde Rafa Gordillo.

Pues puede que sí Lo más parecido fue Solari. Pero esa banda siempre se cubrió con apaños: Zidane, Raúl

El mejor es Vicente.

Para mí, el mejor de Europa por no exagerar y decir que del mundo.

En Suecia, con España digo, estarán ustedes dos. ¿O no?

No tengo ni idea. Pero, vamos, no ver a Vicente en la Selección sería muy fuerte. No tendría pies ni cabeza.

Vicente, Morientes, Villa, Torres ¿Está Raúl cada vez más acorralado?

Sigue siendo importantísimo para el Madrid y para la Selección.

¿Cree que Luis lo llamará para el partido de Estocolmo?

Para eso soy malísimo: yo me veía en el Mundial Como pitoniso, cero. De todas maneras, lo de Raúl no es nuevo: aquí le atizamos al que va delante de la manifestación, como es su caso. Siempre se le da a los mejores. Sólo faltó el exitazo del baloncesto para que el foco de la crítica se dirigiera al fútbol y a Raúl, como máximo exponente.

¿Le molestó lo del baloncesto?

Me incomodó, sí. Porque su triunfo nos enorgullece a todos y llegó a un punto en que para mucha gente los futbolistas éramos unos bichos raros que no nos alegrábamos de ello. Yo fui un hincha más, pegado siempre a la tele, sufriendo el día de Argentina y gozándola todos los demás. Ellos ganaron, ¡enhorabuena! Pero se han establecido unas comparaciones absurdas. El objetivo es el mismo, que España gane, pero los deportes son distintos.

Ya, si eso está claro Fernando. Lo que se plantea el pueblo es que ellos, los altotes, son gente normal y ustedes no. Y es malo generalizar, claro.

Aquí ha hecho mucho daño lo del Madrid galáctico y todo eso. Parece que el futbolista es un tipo inaccesible y no es verdad. Hay equipos llenos de gente normal y corriente.

Vamos, que entre Villa y Gasol no hay diferencias.

No conozco a Gasol, pero me da la impresión de que es un tipo tan normal como lo es Villa.

Pues será que estamos mal fijados Y hablando de Villa: regresó usted de Liverpool y le dijo a mi amigo Cayetano Ros, en El País, que el Guaje es el mejor delantero de España. ¡Usted necesita un manager!

¡Ja, ja! Sigo pensando lo mismo y más ahora que trabajo a su lado: es el mejor y no me importa que juegue por donde lo hago yo.

¿Y Torres, ya que estamos?

Un grandísimo jugador con las ideas y su sentimiento atlético muy claros; eso es lo que más me impresiona de él, lo claras que tiene las cosas.

¿Qué le dejó el Liverpool?

Una experiencia extraordinaria a nivel profesional y humano. Es un club con una mística especial. Cada día me sorprendía con algo nuevo: ¡qué pedazo de club, qué pedazo de historia! Es tremendo el respeto que profesan a la gente que ha jugado allí, cómo hablan de sus victorias, de sus desgracias Habría que pagar por jugar allí. Y, bueno, yo viví un año bueno y un segundo peor, malísimos los últimos tres meses. Tanto que decidí marcharme si me llegaba algo interesante y apareció nada menos que el Valencia.

Se marchó decepcionado, claro.

Me hubiera gustado continuar, pues habría sido señal de que las cosas iban bien. Pero Inglaterra no es fácil para un delantero. Cesc, Xabi Alonso... Su éxito enseña que quizá los buenos centrocampistas lo tienen más fácil allí. A mí me llegó el día de decidirme y convinimos con Benítez que lo mejor era mi salida y al Valencia. Y aquí estoy.

Por cierto, ¿y ese Peter Crouch?

¡Un fenómeno! Un tipo de dos metros que sabe jugar al fútbol, un acierto de Rafa Benítez. No sé qué sería de Crouch si saliera de Inglaterra, pero allí se maneja maravillosamente.

¿Y Cañizares?

Un tipo ejemplar en todos los sentidos. Tiene 36 años y lo veo jugando hasta los 40 por lo menos.

Y que nosotros lo veamos.