Etoo-Villa: el no va más

No va más. Después de jugar unas cuantas fichas en la ruleta con apuestas a color, sin demasiado esfuerzo, el Barcelona tiene que dar la primera muestra de su solvencia en esta edición de la Liga. Lo pone a prueba, cómo no, el Valencia, el único rival que lleva cinco años sumando puntos en sus visitas al Camp Nou. Es noche de promesa de buen fútbol, de espectáculo vibrante, de emociones fuertes. Y también una noche para que Samuel Etoo ("un cuchillo en la mantequilla", en definición de Santi Cañizares) vuelva a acaparar la atención, ya que jugará su partido oficial número 100 con el Barça, en los que ha dejado la friolera de 68 goles.

El Valencia es uno de los equipos, junto al Real Madrid aún renqueante y al Sevilla, que los culés incluyen en la terna de posibles adversarios para pelear por el título. Por eso el de esta noche no es un partido cualquiera: tras liquidar con tres goles per capita a Celta, Osasuna y Racing, el Barça tendrá que ganar a los de Quique Sánchez para ratificarse como aspirante a su tercera Liga consecutiva. Y el Valencia, si quiere ser tenido en cuenta de verdad.

Hasta ahora no ha sido fácil con Frank Rijkaard, que apenas suma dos empates de las tres visitas del Valencia bajo su mando en el Camp Nou. Al holandés se le hace una muesca en el casillero de cuentas pendientes cada vez que el murciélago sobrevuela Can Barça. Para esta ocasión decidió reservar a Thuram y a Motta para el miércoles europeo (en casa del Werder) e incluir a Saviola por primera vez para un partido oficial. ¿Jugará 'el Pibito'? Según Rijkaard, si está ahí es porque cuenta, si no sería teatro.

Apuestas. Quique ha recuperado a Albelda en el mejor momento, como solía aparecer el ¡Séptimo de Caballería¡ en las pelis del Oeste cuando los indios acongojaban. Con el sistema de contención conocido, la duda estriba en si pondrá arriba a Morientes (que no sabe lo que es marcar en el Camp Nou) y a Villa o a uno de los dos. El asturiano fue un incordio para Valdés la vez pasada, hasta tal punto que el viernes recibió un cursillo de Rijkaard sobre cómo despejar el balón sin riesgo de cantada. Aquel partido estuvo marcado por los porteros. El de hoy parece destinado a Etoo y a Villa. Hagan juego.