Los dos seguidores romanistas, de 23 y 25 años, sufrieron heridas por arma blanca antes del encuentro en las inmediaciones del estadio Olímpico y junto a la sede del ministerio de Asuntos Exteriores. A ambos, con heridas en un muslo y en el glúteo, fueron llevados a un hospital, donde se les curaron las heridas y se les dio el alta.
El aficionado interista, de 16 años, resultó agredido al término del partido, también por arma blanca, sufriendo un corte en el glúteo. Asimismo, fue llevado al hospital y tras las curas se le concedió el permiso para volver a su domicilio.