Zinedine Zidane renunció por escrito en su finiquito con el Real Madrid a la totalidad de los seis millones de euros netos que debería haber percibido en la temporada que le restaba de contrato (la 2006-07). Durante la pasada campaña electoral se especuló con la posibilidad de que el galáctico marsellés pudiera haber llegado a un acuerdo con el club antes de partir al Mundial de Alemania, según el cual repartiría esos 1.000 millones en cuatro anualidades hasta 2010 a cambio de sus prestaciones con los niños de la cantera del Real Madrid.
En la planta noble del Bernabéu desmintieron a AS esta posibilidad. "El comportamiento de Zidane ha sido ejemplar, digno de un crack de su categoría. En el finiquito que firmó con nosotros se negó a percibir un solo euro y, algo mucho más importante, incluyó una cláusula que evitaba cualquier posibilidad de rectificación por su parte que pudiera perjudicar en el futuro al Madrid". Dicha cláusula consiste en el compromiso contraído por Zizou de que en caso de que decidiese regresar al fútbol en activo (extremo altamente improbable) sólo lo haría para jugar de nuevo en el Real Madrid. Juventus y Marsella le habían tanteado, pero con esa cláusula disuasoria el asunto ha quedado descartado por completo.
Ahora, Ramón Calderón sólo espera a que pasen unos meses, tiempo que ha pedido Zidane al club para que le dejen descansar con su familia después de veinte años dedicados al fútbol y para atender los múltiples compromisos publicitarios que tenía apalabrados tras su retirada. La tensión acumulada por su expulsión en la final del Mundial de Alemania y la posterior cita para declarar ante la comisión disciplinaria de la FIFA en Zúrich hicieron mella en Zidane, que se ha aislado con su familia y apenas se ha dejado ver estos meses.
No se moverá.
Únicamente se supo de él por unas fotos que llegaron desde Ibiza, en las que se le veía disfrutar con los suyos. Lo que tiene claro es que continuará viviendo en Madrid, donde el año pasado concluyó la construcción de su nueva casa. Además sus hijos están perfectamente adaptados a la vida en España, por lo que el marsellés no se moverá.
En torno a las Navidades es cuando Zidane podrá empezar a ejercer su labor de apoyo a los benjamines y alevines de la cantera blanca en Valdebebas. Sin embargo, el presidente tiene la intención de ofrecerle ser el embajador del conjunto blanco en actos como la Gala de Montecarlo, las comidas oficiales con los rivales de la Champions League o las fases finales de la Eurocopa y los Mundiales. Zidane quedó en responder más adelante.
