Se reprochaba que en el partido frente a Ucrania todo había ido de cara. Que a España le había salido todo bien. Pero hoy han demostrado que son un equipo que sabe sufrir, trabajar, defender y que nunca se da por vencido. Hoy, con todo en contra, con un gol encajado nada más empezar, escasa puntería y un equipo bien cerrado atrás esperando una contra, España siguió fiel a su juego. Este equipo promete.

El goleador es Torres

Un gol frente a Ucrania, dos contra Túnez. España tendrá competencia entre sus jugadores para conseguir el galardón de máximo goleador del Mundial. Tres Torres, dos Villa. Una vez se abrió el saco, Túnez pudo irse a casa con él lleno.

Muchas variantes

España es un equipo con opciones. No se han cansado de comentar todos los internacionales que en cualquier momento puede salir cualquiera. Y el equipo sigue jugando bien. Luis sacó a Raúl por Luis García, a Cesc por Senna y, por último, a Joaquín por Villa. Y jugó de maravilla.

Sin puntería

España empezó la segunda parte como terminó la primera, al ataque. No había puntería de cabeza. En el primer tiempo los delanteros españoles ganaron casi todos los intentos de remate, pero sin suerte. El más próximo a llegar al fondo de la red fue uno de Xabi Alonso, que superó al portero, pero no al defensa del palo en el córner, Anis Ayari. No se llegaba a rematar de cerca, así que lo empezaron a intentar de lejos. En apenas cinco minutos ya lo habían intentado Cesc, recién salido al campo, y Xavi. Pero tampoco era el día de los lanzamientos.

Salir con la ‘empanada’

La selección salió al campo frente a Túnez, como Ucrania en su debut, con la empanada. Sólo duró unos minutos, pero parecía que estábamos jugando frente a Brasil. Sin embargo, los hombres de Luis Aragonés recompusieron líneas y se lanzaron al ataque sin dejar tantos huecos entre líneas, uno de los miedos del seleccionador, poniendo en práctica los ensayos de toda la semana.

La táctica de Lemerre

Aragonés avisó de la táctica que emplearía su colega Roger Lemerre, sentado en el banquillo de Túnez. El francés congestionó el centro del campo, obligando a la selección a abrirse a las bandas. España la tocaba y la tocaba pero no pasaba. Túnez, con el gol a favor, dormía en un sueño de gloria, del que ya no despertó ni con los goles en contra.

Y llegó la lluvia

Mediada la primera parte empezó a caer la lluvia que llevábamos todo el día esperando. Refrescó un ambiente de calor insufrible y aceleró el césped. Con el gol en contra, la lluvia, los gritos de la grada bajaron en intensidad, hasta el gol de Raúl.

Bailó el estadio

El partido había terminado pero no se movió un alma española. Parecían argentinos tras la goleada a Serbia y Montenegro, pero el doble. La megafonía acompañó con el Aserejé y el ¡Viva España! y entonces bailó el estadio. La fiesta española seguía después del partido. Nadie se iba era el momento de disfrutar de la victoria.

Tecnología y acústica

El estadio Gottlieb-Daimler de Stuttgart suele acoger numerosos conciertos y no es de extrañar, pues tiene una acústica impresionante. Sí los gritos de los aficionados ya podrían dejar sordo a cualquiera, cada vez que sonaba la música, era el no va más. Por cierto, el nombre se debe al célebre inventor e ingeniero alemán Gottlieb Daimler, cofundador de la casa de automóviles Mercedes Benz.