A los medios de comunicación ingleses no le sirve la excusa del calor sofocante que se vivió sobre el césped del estadio de Francfort. Los jugadores "no tuvieron alma, son unos patosos y jugaron como si pasaran de todo". Las críticas desde la grada fueron "totalmente merecidas". Hay que recordar que Inglaterra ganó, que no lo parece. Fue una actuación de "una total y estúpida ineptitud" (The People). Al menos, dice el dominical, "es imposible que jueguen tan mal, así que sólo queda crecer".

Precisamente a este respecto, la pérdida de peso de David Beckham y del resto de los jugadores ingleses durante el partido preocupa a su federación, pero ha dejado en cambio fría a la FIFA. Las altas temperaturas en que se disputó el encuentro tuvo efectos físicos en Beckham y sus compañeros, que perdieron entre 2,4 y 3,5 kilos de peso. Los jugadores se quejan de que no tuvieron acceso a las botellas de agua que rodeaban al campo y no entienden por qué no pudieron refrescarse en ningún momento.