Acabaron tan decepcionados el público y la prensa inglesa del pobre espectáculo ofrecido por su selección en el partido de su debut ante Paraguay que un diario tan poco sospechoso de sensacionalismo como The Observer se ha atrevido a publicar un artículo entero para explicar por qué Inglaterra no puede ganar el Mundial que acaba de comenzar. "Ha regresado un problema familiar", dice Paul Wilson. "Demasiados jugadores de Eriksson están en un pobre estado de forma y no sólo hablamos de Wayne Rooney. Michael Owen y Steven Gerrard también se les puede incluir en la lista Por lo que hemos visto necesitamos a Rooney".

Le están cayendo palos al sueco por todos lados. Se le critica la elección de Gerrard como mediocentro defensivo, la falta de delanteros para reemplazar a Crouch o Owen, su escaso poder de motivación. Inglaterra acabó ayer tarde "deprimida, con ganas de suicidarse, pero en su lugar el país decidió darse a la cerveza" (Sunday Times). Palabras muy duras, sin duda.

Pero donde hay vida hay esperanza: San Wayne Rooney podría participar ya en el próximo partido ante Trinidad y Tobago (Sunday Express). Hay quien no fue capaz de controlar la excitación que le provoca el regreso del Escogido: "Es nuestro salvador, nuestro superhéroe. Nuestro salvador: tiene todo el poder de una pistola dorada en sus botas" (Daily Star).