El gol regresa a tiempo

Liga de Campeones | Barcelona 2 - Benfica 0

El gol regresa a tiempo

El gol regresa a tiempo

enric fontcuberta / rodolfo molina

El Barça pasó a semifinales con un partido intenso.

El Barcelona se reencontró con el gol justo cuando lo necesitaba. Sin que le sobrara nada, marcó dos tantos, uno de Ronaldinho y otro de Etoo, administró el partido con solvencia y se quitó de encima a un Benfica que nunca fue un gran rival, pero sí un moscardón del que parecía difícil desembarazarse. El Barça se impuso en base a un enorme trabajo colectivo en la presión y ahora afronta en semifinales un duelo de los que hacen honor a la Copa de Europa: le espera el Milán.

Sólo la presión constante, la concentración sin tregua y una labor de zapa de Samuel Etoo en el frente de ataque hicieron posible, en pleno funcionamiento del cagómetro, el segundo gol, el bálsamo, la bendición que un Camp Nou hirviente esperaba para exorcizarse. Poco antes había puesto un susto mayúsculo en el cuerpo culé el griego Karagounis, con un derechazo lejano que Valdés desvió con una estirada felina. Y antes de eso, incluso, Simao, el único jugador del Benfica que trató la pelota con buen criterio, se comió con patatas el posible 1-1, cuando recibió del inquietante Miccoli y disparó de zurda, desviado.

Fue lo único, lo poco que hizo el Benfica en ataque, después de irse al descanso sin un triste remate a portería. Tiene mérito que Ronald Koeman haya conducido hasta aquí a una plantilla que en la Liga española tendría problemas para mantenerse arriba. Pero, como decía el cerdito Porky, esto es todo, amigos.

La pasada temporada lo demostró ante el Milán y el Chelsea: cuando hay un partido decisivo, él siempre está. Es lo que lo diferencia del resto. Anoche no quiso ser menos. Ronaldinho apareció durante toda la primera parte para complicar a Ricardo Rocha y al limitado Luisao. Antes tuvo que sobreponerse a un error que pudo costarle caro al Barça: lanzó el penalti (por manos de Petit) en el minuto dos y Moretto le adivinó el sitio, lanzándose a su derecha. Pero siguió buscando Ronaldinho, hasta que encontró la complicidad de Etoo en un centro raso desde la izquierda y dio el primer sedante al neurótico graderío. Hasta ahí, parecía que Moretto volvería a ser la figura contra la que se estrellara el Barça.

Pero los milagros suceden en la bibliografía religiosa, aunque el fútbol a veces se empeña en rivalizar con ella. No era la ocasión la de este duelo Barça-Benfica. Los blaugrana ya están en semifinales y siguen soñando con la segunda orejuda de su historia.