"Puskas fue un lujo que nos permitimos en el Alavés"

Primera | Real Madrid - Alavés

"Puskas fue un lujo que nos permitimos en el Alavés"

"Puskas fue un lujo que nos permitimos en el Alavés"

El Alavés fue un filial oficioso del Madrid en sus primeros años de existencia, cuando Quincoces, Ciriaco y Olivares llegaron en 1931 al club blanco por 65.000 pesetas. Ambos clubes compartieron 26 jugadores, un gerente (Zárraga) y un secretario técnico que también entrenó: Ferenc Puskas.

La llegada de Puskas a la secretaría técnica del Alavés en 1968 fue una explosión para un club recién ascendido a Segunda, que pasó a tener más de 4.000 socios, algo impensable para la época. Puskas aterrizó en Vitoria empezada la temporada y, a pesar de ser contratado como entrenador, al principio no pudo sentarse en el banquillo al no poseer la documentación necesaria.

Juan Gorospe Bernaola, presidente del Alavés en esa época, aún recuerda la contratación del húngaro: "La llegada de Puskas fue increíble. Era una persona sensacional y su fichaje fue un acierto por la categoría que dio al club. Económicamente estábamos muy bien y nos permitimos ese lujo. Justo cuando yo me marché, con superávit, en el club se empezaron a hacer cosas anormales. El Alavés cayó en bancarrota por gente que no tenía sentimientos. Antes nos guiaba el corazón, y no el dinero, como le ocurre ahora a Piterman. Sería bueno para dirigir un banco pero no un club de fútbol. Es un personaje. No tiene sentimientos".

El fichaje de Puskas se fraguó entre el fin del mandato de Gorospe y la llegada de Jaime Gómez de Valujera. El húngaro tuvo carta libre para fichar y lo primero que hizo fue contratar a Bernal, que luego se marchó al Atlético, a Ramón Bua y a Encontra, eterno suplente de Los Magníficos en el Zaragoza. Pero ese año cuatro equipos descendían a Tercera directamente y otros cuatro promocionaban. El Alavés quedó octavo por la cola y jugó la promoción frente al Bilbao Athletic. En los días previos al partido de ida, Sarasola (uno de los buques insignia del equipo, que ya había firmado un precontrato con el Español) murió en accidente de tráfico y su pérdida afectó al rendimiento del equipo. En la ida cayeron 3-0, y en Mendizorroza sólo pudieron ganar por la mínima. El Alavés descendió.

En la siguiente temporada, Puskas intentó recomponer el equipo poniendo a Arsenio Calvo en el banquillo, pero en 1969 se reestructuró la Tercera División para configurar los 17 grupos que aún perduran hoy. La Federación decidió esa temporada que 12 equipos se mantendrían y ocho bajarían directamente. El Alavés, sin comerlo ni beberlo, descendió a Regional el 6 de enero de 1970 y en el último partido frente a la Cultural Leonesa hubo intentos de agresión al presidente. Al no poder pagar el club su caché, Puskas se marchó al Panathinaikos y lo hizo subcampeón de Europa.

Buena oferta.

"Puskas recaló en el Alavés porque el dinero que le ofrecimos fue suculento pero también había motivos deportivos que le atrajeron. Le deseo lo mejor", afirmaba Juan Gorospe, que antes de ser presidente durante 12 años fue un fino lateral izquierdo del club vitoriano, y luego entrenador. En 1954 probó con el equipo blanco: "Llegué a Madrid acompañado de Berasaluce y Arbaizar y entrené junto a Di Stéfano y compañía. Yo tenía varios negocios en Vitoria que me hicieron ganar mucho dinero y como el Madrid me dijo que me seguiría viendo y no me llamaba, ya no regresé más a la capital y seguí haciendo mi vida en Vitoria".