Manuel Ruiz de Lopera transmitió ayer mismo a sus Consejeros su intención de no vender el mayoritario paquete de acciones del Betis del que es propietario hasta, al menos, el próximo 2007, esto es, coincidiendo con el Centenario del equipo verdiblanco. Además, según comentó ayer a AS uno de los miembros de su Consejo de Administración. "Si decidiera desprenderse de su acciones, lo primero que haría, antes de vendérselas a cualquier empresario de fuera, desconocido, sería ofrecérnoslas a nosotros".
Recientemente se ha sabido que Luis Portillo, un importante empresario sevillano de la empresa Expoan habría podido transmitir su intención de adquirir la propiedad de las acciones que tiene, desde 1991 el actual presidente bético.
Aproximadamente a las 19.30 horas la página web bética emitió un comunicado desmintiendo cualquier tipo de venta a persona física alguna o contactos a este respecto, si bien admite: "a pesar de las ofertas recibidas". En su párrafo final además, arguye: "Estas noticias carentes de cualquier veracidad no van a distraer al club de centrarse exclusivamente en el aspecto deportivo para seguir obteniendo resultados positivos". También dice que Lopera "sigue ejerciendo sus funciones ejecutivas con la misma dedicación del primer día y motivando a todos los profesionales por conseguir las más altas cotas deportivas".
Lopera lleva sin acudir al palco de su estadio desde el partido de Champions contra el Anderlecht tras haber sido cuestionado por un sector de la afición, si bien sus directivos piensan que en cualquier momento puede reconsiderar su decisión y volver a presidir los partidos de su equipo.
Empresario al que no le gusta el fútbol
Luis Portillo es un empresario de Dos Hermanas (Sevilla) vecino y amigo íntimo del presidente del Xerez, Joaquín Morales, y que ha forjado en apenas dos décadas un imperio financiero con activos valorados en unos 1.700 millones de euros. La joya de su corona es la empresa constructora Expoan. También ha encumbrado a la inmobiliaria Metrovacesa. Se da la circunstancia de que el valor de mercado de otra inmobiliaria, Inmocaral, que adquirió, en apenas tres meses, ha pasado a valer el doble. Su entorno asegura no saber nada de que quiera ser accionista mayoritario del Betis y además, comentan que es una persona a la que "no le gusta el fútbol". ¿Y si se termina enganchando?
