"Llevaba ya 23 años sin hacer un plan el sábado"

Primera | Athletic - Deportivo

"Llevaba ya 23 años sin hacer un plan el sábado"

"Llevaba ya 23 años sin hacer un plan el sábado"

juan flor

Irureta, parado sin costumbre, vive a tope el Athletic-Deportivo.

Pasea a orillas del Cantábrico y disfruta con la cercanía de su familia y sus amigos. "La verdad es que hago cosas que tenía olvidadas", reconoce. Jabo Irureta es un hombre diferente. Un entrenador que no ejerce. Es su primer día de Reyes de los últimos 23 años que está sin equipo. "Me siento un poco extraño", dice junto a la Playa de la Bola, en Las Arenas, donde reside habitualmente. "Aunque también solemos ir periódicamente a Hondarribia", puntualiza. El técnico irundarra, que ve "todo el fútbol" que puede (comenta la jornada de Liga para una emisora de radio y, en ocasiones, colabora con Cuatro y Tele5) espera estar mañana en San Mamés, donde se cruzarán dos clubes transcendentales en su carrera: el Athletic, el equipo en el que se despidió como futbolista para años más tarde ser su entrenador, y el Depor tivo, al que hizo campeón de Liga y Copa. "Los aficionados se tienen quedar cuenta de que el Athletic se juega muchísimo contra el Deportivo porque luego vienen dos salidas consecutivas al Camp Nou y Anoeta. Y en el medio la Copa con el Real Madrid. Son unos partidos vitales para no entrar en una dinámica negativa. Está claro que el Athletic no puede dejar pasar esta oportunidad. Tiene que conseguir una victoria". Irureta, al que los paseantes de Arriluze adivinan pronto y dedican buenos deseos, aprovecha estos meses sin banquillo para, "por ejemplo, hacer planes los sábados. ¡He estado veintitrés años sin hacer planes un sábado! Yo siempre he sido un tipo de tareas fi jas. Me levantaba a las ocho o las ocho y media, desayunaba y entrenaba. Es evidente que ahora estoy disfrutando de unas vivencias que tenía olvidadas". Padre y abuelo, Irureta ha tenido tiempo para decorar su casa con motivos navideños. Toda una novedad en una familia que se había acostumbrado a celebrar la Navidad en un hotel de La Coruña, en el María Pita. "En la habitación 514. Allí he estado ocho nocheviejas. Esta vez, en cambio, he podido ayudar a montar el árbol, ja, ja, ja. ¿Si me gusta? Claro, ¡pero si cuando mis hijos eran pequeños yo iba con ellos a coger musgo al monte para ponerlo en el belén!".

Rechazar ofertas.

En el escaparate desde que el pasado mes de junio cerró su etapa en el Deportivo, Irureta admite que el gusanillo del banquillo corre por su cuerpo: "Echo de menos el compromiso diario con un equipo. Eso y las disquisiciones a las que te enfrentas antes de cada partido. Es una dinámica que extraño porque en junio estaba convencido de que iba a tener un equipo. No ha sido así y soy consciente de que las posibilidades de acabar en un banquillo se van agotando" No obstante, si está fuera de circulación es por deseo propio: "Bueno, es que tampoco puedes dar la sensación de que todo vale. Soy entrenador y tengo vocación de entrenar, pero no lo voy a hacer de cualquier manera ni en cualquier sitio. Sí es verdad que he tenido oportunidades para sentarme en un banquillo, sobre todo en el extranjero, pero no estoy muy por la labor de salir. Y eso que en estos últimos meses estoy viendo muchos partidos de otras Ligas. No me convence. He hecho toda mi vida futbolística aquí, primero como jugador y luego como entrenador; ésta es la Liga que conozco. Aquí tengo muchas experiencias. No me voy a ir fuera".

¿Y Del Bosque? Sencillo, natural y cercano, Irureta apura uno de los últimos sorbos del descafeinado que tiene entre sus manos y mira hacia la ventana con un cierto aire de melancolía. El día es propicio. Llueve sobre la costa vizcaína. Llueve y hace frío. "Siempre tengo la expectativa de que algún día va a llegar esa llamada de teléfono. También es algo nuevo para mí porque yo soy de los que siempre ha tenido perfi lado su futuro cada mes de junio. Ahora sé que para entrenar me tienen que llamar. Y eso puede pasar en cualquier momento".

El móvil vibra en el bolsillo superior de la chaqueta. "Ja, ja, a ver si va a ser de algún equipo", bromea. Atiende la llamada ("nada de lo que habíamos dicho, no era ningún equipo", comenta con gracia) y confi esa que cuando se le ha relacionado con clubes como el Real Madrid ha sentido un impulso de autoestima. "Soy profesional y me gusta que la gente valore mi trabajo. Verme en las quinielas me reconforta. Ya te he dicho que ahora estoy haciendo mis pinitos por Internet, pues bien, en algún foro de afi cionados me colocaban con un 17 o 20% de opciones de entrenar al Real Madrid. Eso quiere decir que has hecho las cosas bien".

De repente, al hablar de banquillos sin dueño, Irureta se acuerda de Del Bosque, con el que la pasada semana comentó para Cuatro el Atlético-Real Madrid de homenaje a Jesús Gil. "Yo también me he preguntado por qué Vicente está sin equipo. Los dos somos de la misma generación, hemos ganado títulos, Vicente más que yo, estamos sin entrenar. Somos de una generación que está un poco olvidada y eso me extraña. Se están perdiendo nuestra experiencia. ¿Por qué? No lo sé, quizá venda más traer a alguien de fuera, del que igual no tienes más conocimiento de que ha conseguido éxito en otra Liga".