Uno de los síntomas más preocupantes que emite el Madrid en esta temporada es la ausencia de jugadores que tengan velocidad para desplazarse sin balón. Esto influye a la hora del repliegue defensivo y, sobre todo, a la hora de montar la contra. El preparador del Madrid, Antonio Mello, divide a sus hombres por cualidades. Hay unos cuya virtud es la fuerza (como Gravesen, Raúl Bravo, Pablo García o Helguera). Esto da consistencia al equipo y le hace ganar muchas de las jugadas en las que el balón sale dividido. Luego hay otro grupo de jugadores en los que resalta, sobre todo, el fondo físico: Raúl, Beckham, Salgado y Roberto Carlos son un claro ejemplo de ello, futbolistas que pueden correr de la misma manera durante los 90 minutos sin desfallecer, cuyo trabajo es constante sobre el terreno de juego. Y luego llega el problema. Sólo Robinho y Ronaldo destacan en el apartado de velocidad, y en el caso del nueve se trata sobre todo de explosión en la salida.

Antonio Mello está trabajando para mejorar a la plantilla en este sentido: "Estamos cerca de ser un gran equipo, pero hay que mejorar". El Madrid necesita movimientos rápidos en sus jugadores para que el ataque no sea previsible y, también para salir a la contra, forma de juego con la que el Madrid subsistió el pasado campeonato. El problema es que cada jugador tiene unas características innatas y es muy difícil cambiar sus virtudes para sobreponer otras características físicas.

Mello estuvo ayer supervisando las nuevas instalaciones de Valdebebas y está deseando entrenar allí para trabajar con sus jugadores en la pista de arena de playa.