'Musho' Barça para el Betis

Supercopa | Betis 0 - Barcelona 3

'Musho' Barça para el Betis

'Musho' Barça para el Betis

morenatti, reuters, ap

Incontestable victoria azulgrana. Los locales, impotentes ante el vendaval. Xavi y Ronaldinho, fantásticos. La Supercopa tiene dueño.

La gran pregunta es saber si el Barcelona es el mismo gran equipo de la pasada temporada o es todavía mejor. Me inclino por esto último. Las virtudes conocidas se han potenciado con la experiencia y el banquillo, el único punto aparentemente débil (por buscar uno), se ha repoblado con futbolistas dados de alta y fichajes que son más que fondo de armario, son boutiques.

La exhibición del Barcelona en el campo del Betis confirma, por si a alguien le hacía falta, que es el principal candidato para ganar la Liga que viene y las dos siguientes. Por edad y por calidad. Sólo esos impulsos autodestructivos que asaltan al club desde los despachos amenazan su hegemon me refiero a los calzoncillos de Laporta y cosas así. Eso o que el Madrid componga un equipo entre gamberro simpático y bandolero antipático que saque de quicio la dulce armonía del Barça. Creo haber leído en alguno parte que desde los desfiladeros se ha derrotado a ejércitos enteros.

Pero vayamos al partido. No debería afligirse demasiado el Betis, porque hay derrotas tan incontestables que no dejan lugar para otra cosa que no se la resignación cristiana. Tampoco se puso nunca el choque en el tono propicio para su estilo. Porque el estilo del Betis, y no ha cambiado nada ganar la Copa del Rey, se beneficia de encuentros un tanto dislocados, abiertos, en algún sentido locos. Noventa minutos de ritmo constante se le hacen demasiado largos, sobre todo si el ritmo lo marca el contrario.

Con Xavi a los mandos y Edmilson de escudero el Barcelona se colocó perfectamente sobre el campo y se movió con idéntica disciplina, de modo que reducía asombrosamente los espacios por los que podía colarse el Betis. Eso demuestra que no sólo hay talento, sino también entrenador, o si prefieren interpretarlo desde un punto de vista más hippy demuestra que el talento verdadero se ordena solo, que también puede ser.

Creación.

La recuperación de Edmilson, lesionado durante casi toda la pasada temporada, es una magnífica noticia para el Barça, pues se trata de un jugador elegantísimo y eficaz. De Xavi, hay poco que decir, desenreda, desatasca y fluye, lo que le convierte en algo así como un bífidus activo o una isoflavona, suponiendo que esto último sea bueno y se escriba con uve.

Tras un arranque del Barcelona en el que si no soltó puños debió ser porque todavía estaba calentando, el Betis dio tímida réplica en el minuto 19. Fue Joaquín, que se internó sorteando defensas y disparó alto. No hubo mucho más, el Betis no se encontraba. Poco aportaba la presencia de Miguel Ángel y poco o nada mejoraba el equipo con Rivera atrasado, sin la libertad que le da moverse en la media punta. Cómo sería el desconcierto que una sugerente falta en una esquina del área grande la lanzó Oliveira el sindicalista y no el pistolero Assunçao, como hubiera dictado la lógica más elemental. Oliveira la pegó como yo, o mejor, como usted.

Si al cuarto de hora el Barcelona ya jugaba bien, a la media hora lo hacía aún mejor, sin rigideces, con extremos, señor Luxemburgo. Los balones que domina el Barça siempre tienen ofertas de trabajo muchas, siempre hay futbolistas que se apuntan, que se desmarcan, que corren. Tal es el vendaval que la única forma de luchar contra él es guarecerse, aceptar la inferioridad y buscar protección. No lo hizo el Betis, tal vez envalentonado por la última Copa y su recién estrenada Champions. E intercambiar goles es recibirlos todos.

El balón que mandó Xavi al palo al final de la primera mitad fue el NODO. Luego vino la película. Reanudado el partido Giuly aprovechó un gran pase de Ronaldinho para plantarse solo ante Doblas y batirle entre las piernas, que es el pasillo que siempre dejan los porteros cuando en esos casos se mantienen en pie. El francés partió en línea con la defensa y no vale lamentarse por el fuera de juego y recurrir a los centímetros arriba o bajo.

Valdés zanjó cualquier debate al sacar bajo palos un balón imposible que había cabeceado a quemarropa Oliveira. Es curioso cómo se parecen Casillas y él sin parecerse en nada.

El segundo gol del Barça fue por avalancha. Xavi y media docena de secuaces se plantaron en la frontal y fue imposible que el balón no acabara en la red, tantas opciones había. Xavi buscó a Etoo, lo encontró y el camerunés marcó con mucha facilidad, como si estuviera en un entrenamiento. Ronaldinho completó la faena con un maravilloso lanzamiento de falta que en la repetición dejó en evidencia a Doblas, que pudo hacer algo más, por ejemplo saltar.

Si el resultado no fue más escandaloso es porque el Barça, de puro dinámico, carece de uno de esos delanteros de los que bailan alrededor del punto de penalti y rebañan los balones perdidos. Larsson les valdría, pero tendrían que jugar con doce y ya sería un escándalo.

Sentenciado.

La Supercopa, pues, tiene dueño. Y aunque algunos dirán que el torneo no tiene ni tradición ni influencia, lo cierto es que le sitúa con ventaja en las competiciones que están por empezar. Al Betis, eso sí, no le debería afectar demasiado el golpe. Jugará sin responsabilidad la vuelta (es posible que también sin titulares) y podrá entrenar lo que le espera en Mónaco, donde realmente disputará su primera final de la temporada. Hay golpes que no tumban, recolocan.