Ronaldinho, omnipresente ayer sobre el campo, redondeó una notable actuación con el tercer gol del Barça, un friqui desde 25 metros al que no llegó Toni Doblas. El brasileño se había mostrado muy incisivo durante todo el encuentro, apareciendo por el centro, la derecha y la izquierda, con total libertad de movimientos. Jugó casi como una referencia en ataque y el Barcelona se aprovechó bien de su habilidad para lograr espacios.