Jonathan Woodgate viajaba a Austria con la presión de enfrentarse a un juicio sumarísimo para ver si estaba en condiciones de jugar pronto. Todos coinciden es que su respuesta está siendo sobresaliente y que ya es uno más en la plantilla blanca pero, sin embargo, su debut en Hungría del próximo domingo, en el homenaje a Ferenc Puskas, tampoco será posible.

Luxemburgo le mima más que al resto, pero es consciente de que aún no está listo para jugar. El brasileño ha estado poco tiempo con él y, como buen psicólogo que es, se ha dado cuenta de que a Woodgate ahora mismo lo que le falta es confianza en sí mismo porque en los test físicos tiene marcas iguales a las de los demás futbolistas. No hay diferencia con el resto.

Estos días, Luxemburgo ha mantenido muchas charlas con el central. Ambos hablan en inglés y no hay barreras idiomáticas entre ellos. El miércoles por la tarde, hubo entrenamiento específico para los centrales y los dos mediocentros y Woody participó sin miedo en las pruebas. Luego, Luxa trabajó aparte con él. Por la tarde, el central trabajó intensamente junto al doctor Serratosa en los alrededores del hotel (realizó carrera continua) a pesar de que la plantilla blanca gozaba de descanso.

Sacchi dijo en AS que Woodgate "era uno de los mejores centrales que había visto en su vida". Además, confirmó que será el fichaje que todo el mundo espera. El italiano ya le ha dicho esas palabras en privado, y le ha transmitido la confianza que todos tienen en él.