El Atlético vivió un entrenamiento matutino poco habitual. Acostumbrados a la tranquilidad de la sierra segoviana y a entrenar prácticamente en solitario (como mucho se asomaban vacas y toros en los entrenamientos del Atlético), ayer vio como se rompía ese ambiente sosegado, con la aparición de un grupo de jóvenes que estaba de acampada en un lugar cercano y la llegada de muchos aficionados que les animaron mientras corrían por los pinares.

En ese ambiente de naturaleza, los jóvenes excursionistas se quedaron con las ganas de ver a Torres, Luccin y Toché ya que no subieron a entrenar. Después, Contra se atrevió a coger la cámara de un fotógrafo para retratar el sufrimiento de sus compañeros. El rumano se quedó alucinado con el funcionamiento de la cámara y lanzó unas cuantas instantáneas, hasta que Bianchi se percató.