El culebrón Robinho está dando sus últimos coletazos. Ayer, a las 17:00 horas de España, se dio un paso más en las negociaciones: se reunieron Marcelo Teixeira, presidente del Santos, Wagner Ribeiro y Juan Figer, agentes del jugador y propietarios de un porcentaje de sus derechos. El objetivo del encuentro fue intentar llegar a una solución para el traspaso de Robinho al club madridista en el plazo más breve posible. La reunión continuaba al cierre de esta edición.

Teixeira, que estaba en Miami por motivos profesionales, regresó a Santos a primera hora de la mañana, lo que confirma su voluntad de vender al jugador, aunque había amenazado en los últimos días con que sólo negociaría con Florentino Pérez, un poco cansado de atender las peticiones económicas de Figer y Ribeiro, que se repartirán un porcentaje del pastel.

Para el Madrid los plazos se acaban porque la intención del club es que el crack haga la gira por Asia y Estados Unidos que comenzará el próximo jueves. En el seno de la entidad blanca se cree que la popularidad del futbolista será un magnífico reclamo en el extranjero. Para ello será necesario que el acuerdo se cierre cuanto antes, para que dé tiempo a presentar al futbolista, el miércoles a mucho tardar. Además, el dinero de más que se recaude con su presencia ayudará a financiar parte del dinero del montante que costará su traspaso.

Ofertas.

La última oferta que el Real Madrid ha trasladado al Santos, por medio de Figer y Ribeiro, es de 27 millones de euros, pero estaría dispuesto a subirla hasta los 30 millones, ni un céntimo más. A partir de esa cantidad, el Madrid dejaría de negociar o, al menos, esa es la amenaza que Florentino ha planteado. Teixeira ve con buenos ojos el dinero ofrecido y, tras remitir una y otra vez al Real Madrid a pagar la cláusula de 50 millones de dólares, parece que por fin dará su brazo a torcer. En cualquier caso, habrá obtenido un suculento beneficio, pues el primer acuerdo al que se llegó el pasado noviembre era de 18 millones de euros.

Mientras, Robinho sigue sin entrenarse y sin jugar con el Santos. El conjunto paulista se enfrentó esta madrugada, en la 11ª jornada del campeonato brasileiro, al Goias, y la joven promesa volvió a faltar. Son ya dos partidos de liga y una semana de entrenamientos los que se ha perdido el jugador.

Robinho estuvo ayer de turismo con su novia en la población de Campos de Jordao, una ciudad muy popular y concurrida de Brasil. Su representante, Wagner Ribeiro, comentó hace unos días que Robinho "está deprimido y no sale", pero debido a la fuerte presión que está sufriendo por parte de la torcida y de su propio club, ha decidido abandonar la ciudad de Santos y aislarse de todo hasta que se concrete su traspaso y viaje a Madrid.