¿Le sorprendió la gravedad de la lesión de César?

Son cosas que pasan en el mundo del fútbol. Figo no tuvo ninguna intención de hacer daño a un compañero de profesión. Estoy dolorido porque es una lesión importante.

¿Se considera un hombre con suerte?

La suerte está para el que trabaja. Si no trabajas, no tienes suerte.

¿Qué ha cambiado en el Real Madrid desde su llegada?

Las cosas están saliendo bien, los jugadores están contentos, motivados, ilusionados. Me gusta hablar de lo que estoy haciendo ahora, no de lo que han hecho otros entrenadores.

¿Se ha encontrado al Madrid como pensaba que estaría?

Las comparaciones son complicadas y no me gusta mucho hablar de ello. Para que el equipo gane la Champions y la Liga, hay que mejorar partido a partido. Hay equipos muy fuertes en Champions. En la Liga estamos a siete puntos del Barcelona, y poco a poco hay que trabajar para hacer más conjunto.

¿Notó el malestar del Bernabéu cuando se adelantó el Zaragoza el pasado domingo?

Es algo normal. Pasa en el Bernabéu, en Maracaná. Es normal que el aficionado local esté un poco intranquilo. El jugador que tiene miedo en el Madrid de esto, debe cambiar de club.

¿Cómo llegó al Madrid? ¿Quién se puso en contacto con usted para su fichaje?

Yo estaba feliz en Brasil, después de ganar la liga. Para mí lo más importante es la selección brasileña y luego dar el salto a un club europeo, pero un gran club en el que mostrar mi calidad personal. Me hablaron sobre la posibilidad de dar el salto y antes de nada quise hablar con el presidente del Santos, con el que había hablado de renovar, aunque no había firmado.

¿Sabía la situación en la que se encontraba el Madrid?

Desde fuera lo conocía todo porque en Brasil emiten el campeonato español. Es un gran equipo, con los mejores jugadores del mundo, pero que no pasaba por un bueno momento.

Tiene usted fama de duro...

No lo soy. Me gustan las cosas justas. Yo soy el comandante, soy el entrenador y hago las cosas que me han encargado.

¿Qué técnica psicológica utiliza en sus equipos?

En el 93 la neurolingüística. Ahora uso la competencia emocional. Es un tema importante, porque si un jugador no está preparado emocionalmente, en diez segundos se puede perder casi todo.

¿Se ve un revolucionario?

No. Me considero un profesional de lo que hago. Nada más.

¿Por qué no ha venido antes a entrenar en Europa?

Pude ir al Depor. También hubo una posibilidad con el Barcelona, en una cena con Núñez y Van Gaal, aunque no hubo una propuesta en concreto.

Pero, ¿tanto influye el entrenador en un equipo?

En el fútbol no está todo inventado, ni mucho menos. Desde que he llegado aquí estoy aprendiendo muchas cosas. La única cosa que me gusta del fútbol es que el 70 por ciento del juego lo hacen los jugadores. Tengo que ver la plantilla del Madrid y ver qué puedo hacer para que cada futbolista encaje y se pueda realizar el mejor fútbol.

Menudo debut el suyo ante la Real Sociedad...

Tuvimos un poco de suerte. La única cosa que no podía pasar en esos seis minutos era perder. Trabajé a balón parado y decidí sacar a Morientes, que es un jugador que maneja muy bien la cabeza. Trabajé todo lo que podía pasar en seis minutos.

¿Le dolió la marcha de Morientes al Liverpool?

Sí. Era una alternativa muy buena para nuestro equipo porque podía cambiar muchas cosas. Nos daba cosas distintas.

¿Va a concentrar al equipo antes de los partidos?

Sí, lo voy a hacer. No tengo que pedir licencia a los jugadores para hacer mi trabajo. La concentración es importante para afrontar un partido.

¿Qué le pareció el debut de Gravesen?

Estaba un poco nervioso. El fútbol inglés es distinto al español y debe acostumbrarse.

¿Qué hará cuando tenga a toda su plantilla disponible?

Tengo una idea. ¿Quién dijo que iba a jugar Gravesen, Guti, o Figo? Iré viéndolo y decidiré quiénes son los mejores. Tengo una plantilla y los jugadores tienen que pensar que están a disposición del club y no al revés.

¿Es cierto que no perdona la expulsión de un jugador de su equipo?

Sí. Por eso hablé de equilibrio emocional, por un gesto, una patada, se puede perder un campeonato. Una expulsión es algo que se debe pensar mucho.

¿Estaba el equipo mal entrenado cuando llegó?

La comparación no es buena. Tengo que hacer mi trabajo y ponerlo en práctica. No sé si estaban acostumbrados a trabajar tácticamente. Cada entrenador tiene su manera de trabajar y hay que respetarlo.